Contar con influencia online hoy día es vital en el camino hacia construir tu branding personal. Conseguir diferenciarse y ganarse la confianza de tu comunidad es absolutamente necesario si quieres hacerte un hueco en el sector. Como bien sabes, el camino se hace andando, así que aquí tienes los primeros pasos:
Define tu personalidad online. Tómate tu tiempo y autoevalúate; averigua quién eres y qué quieres ser. Una vez hecho esto, da a conocer esas características que te diferencian, que te hacen especial y muestran quién eres. Trabaja tus puntos fuertes y sé tú mismo; nunca intentes aparentar quien no eres, enseguida se te vería el plumero.
Elige tus propios personajes influyentes y sigue sus pasos. Apunta alto y fíjate en los mejores; estudia su trayectoria y modus operandi. Aplica en tu beneficio aquellas tácticas o consejos que te resulten más útiles.
Elige tu nicho específico y trabaja duro, no seas uno más, aspira a convertirte en un referente en el sector. Para ello tienes que estar al día, beber de las principales fuentes de información y nunca dejar de formarte.
Sé coherete con tu mensaje en todas tus apariciones. Demuestra una personalidad claramente definida; que eres auténtico. Deja tu sello personal en cada actuación.
Antes que recoger, hay que saber sembrar. Si no contribuyes con tus conocimientos, si no desarrollas una estrategia de contenido interesante, o tu actuación en los perfiles sociales carece de relevancia; te será muy difícil conseguir que te tengan en cuenta.
Aplica emoción en tu actividad diaria. Demuestra que eres humano con cada tweet, en cada frase de tu blog; que tus seguidores comprueben que realmente existes y tienes personalidad propia, que eres diferente. Tu contenido debe destacar por algo, aportar un valor diferencial que te haga único y por el cual seas apreciado.
Averigua dónde está tu público objetivo y preocúpate por estar ahí. Explora los nichos de mercado más específicos, muévete entre las redes sociales especiales y actúa allá donde se encuentre tu target. Es importante actuar en las redes sociales generalistas, pero si sabes que tus seguidores no están en Facebook, no merece la pena que te esfuerces; en cambio, puede haber grupos muy interesantes en Linkedin que merezcan toda tu atención.
Sé constante en tu trabajo. Desarrolla un plan de actuaciones, que incluya un planning de publicación de contenidos; la frecuencia de actualización de tus redes sociales y el tiempo dedicado a mejorar tu presencia online, consultando estadísticas y monitorizando tu actividad. Crea tu blog, envía una newsletter a tus contactos con lo más destacable de tu publicaciones; desarrolla acciones paralelas de marketing online e integra las redes sociales en tu estrategia. Si calculas minuciosamente tus actuaciones y optimizas tu plan de trabajo, dosificarás tus esfuerzos y mostrarás una actitud profesional y efectiva.
Da la cara. Responde siempre a los comentarios en tu blog y a las cuestiones planteadas a través de cualquier canal social. Aprovecha estas ocasiones para elevar el índice de interacciones con tu comunidad y favorecer el engagement.
Traza alianzas estratégicas. Una de las principales características del medio 2.0 es la actitud colaborativa. El networking es la pieza fundamental que permite que este medio evolucione. Conoce a tus seguidores, investiga en sus perfiles e interactúa con aquéllos con quiénes por alguna razón puedan interesarte, bien porque seáis de sectores afines, complementarios o que poseáis inquietudes comunes. Dirígete abiertamente a aquellos profesionales cuya actividad te interese, recuerda que la unión hace la fuerza.
Llegar a ser alguien influyente es cuestión de proponérselo. Si eres una persona auténtica, te esfuerzas a diario en aportar algo diferente, actúas como un verdadero profesional; te muestras cercano y disponible para quien requiera tu atención y no permites que tu ego te ciegue, podrás ganarte el respeto de tu sector.