Parte de la estrategia de cualquier compañía, y por tanto, como parte del Plan de Marketing y Comunicación, debemos tener en cuenta la estrategia de contenidos.
Es muy fácil caer en errores a la hora de planificar los contenidos y la información que generaremos como empresa. Lo más importante es tener claro a quién queremos llegar, y por tanto analizar aquello que le interesa a nuestro público objetivo.
No nos olvidemos que nuestros potenciales receptores (lo consumidores de nuestro producto o servicio), son cada vez más expertos en la búsqueda de información (sobre todo online), por lo que parte de la estrategia debe estar orientada a facilitar que nos encuentren, ya sea a través de aquellos términos concretos que nos ayudaran a posicionar nuestra información, como a través de los lugares concretos en los que nuestro target buscaría.
El tipo de contenido que proporcionemos, debe estar adecuado a satisfacer las necesidades de aquellos a los que lo dirigimos. Es muy fácil caer en la tentación de orientar la información a contar lo "estupendos que somos y lo bien que hacemos las cosas", y eso está bien si lo que vendemos es nuestra marca personal, pero cuando lo que queremos es vender nuestros productos o servicios, lo que nos interesa es integrarlos en la información que lancemos al mercado de una manera coherente y no intrusiva, de manera que el propio producto o servicio sea la solución al tema que se está tratando, y siempre en aquellos foros que lo perciban como un beneficio.
Si tuviésemos que desglosar los pasos para establecer estrategia de contenidos, podrían ser los siguientes
Y entonces... ¿Cómo lo hacemos?
Generando contenidos que sean útiles para aquellos que los lean, siendo generosos con la información que proporcionemos, tratando de generar "engagement" con aquellos que van a encontrarnos y sobre todo... facilitando soluciones a través de nuestros productos o servicios.