Puede que parezca sorprendente, pero un 9900% es el porcentaje en que se ha visto incrementado la producción y distribución de infografías en Internet desde 2007. La cifra supera a la presencia de este elemento en la literatura, que desde 1990 solo se ha visto incrementada un 400%, y a su aparición en prensa, con un incremento del 142%. Ello se debe al incremento y penetración del entorno digital entre los consumidores, pero también, y especialmente, a los atractivos que hacen de este contenido una herramienta eficaz a través de la que llegar a los consumidores.
Es lo que se desprende de la última investigación presentada, como no podía ser de otra manera, a través de una infografía, y llevada a cabo por la compañía NeoMan estudios, en la que se explican cuáles son los motivos de esta tendencia así como las razones del éxito de la misma entre los internautas. Así, en primer lugar esta compañía justifica el interés por las infografías en el funcionamiento del cerebro humano, y en que la mitad de nuestro comportamiento responde a proceso visual.
Así, se señala que el 70% de la información que recibimos procede de lo vemos y que este sentido nos ofrece la capacidad de entender una situación en mucho menos tiempo de lo que pensamos: tan solo una décima de segundo. Del mismo modo, el documento destaca que el ser humano únicamente utiliza 150 milésimas de segundo para procesar un signo, al que se deben añadir otras 100 milésimas adicionales para darle significado.
Sin embargo, NeoMan va más allá y se aventura a confirmar que el éxito de las infografías se debe a la sobrecarga de información que recibimos a diario y a la necesidad que tenemos tanto de jerarquizar como priorizar en lo que respecta a la cantidad de información que recibimos. No por ello en la actualidad estamos expuestos a una información que cuantitativamente hablando es cinco veces mayor a la registrada en 1985, como tampoco debe sorprender a nadie que los usuarios únicamente leamos el 28% del total de los datos que recibimos, los cuales alcanzan la friolera cantidad de 100.500 palabras, solo fuera del trabajo, lo que equivale a 34 gigabytes.
Generación de compromiso
No obstante, el principal motivo que destacan los datos de este análisis, y cualidad que las empresas tienen en cuenta, es el potencial que la conjugación de imágenes y datos generan entre los consumidores, el cual se traduce en un aumento del compromiso hacia las marcas, sus productos y servicios. Ello se debe, en parte, al interés que despiertan los colores entre los usuarios, pues solo de este elemento depende el 80% del interés total de estos por un contenido determinado.
Del mismo modo, las imágenes y gráficos se consideran más accesibles que la información escrita, hasta el punto de que varias investigaciones en el ámbito de la medicina indican que las prescripciones son comprensibles únicamente en un 70% del total del contenido, mientras que si a estas se les añade una imagen junto al texto el porcentaje de comprensión trepa hasta el 95%.
Mayor capacidad de persuasión
Del mismo modo, las imágenes que ofrecen las infografías cuentan con un potencial a la hora de persuadir a los consumidores. Ello se ha comprobado a través de las presentaciones orales de las marcas pues si bien las presentaciones verbales únicamente son seguidas por el 50% de la audiencia, cuando se trata de enganchar a los usuarios este componente aumenta hasta el 67% en el caso de que tales presentaciones vayan acompañadas por imágenes.
Del mismo modo, esta empresa justifica el poder persuasivo de las infografías en la capacidad de las imágenes a la hora de ser recordadas. Y es que los usuarios nos inclinamos más a recordar las imágenes que los textos, siguiendo esta proporción: un 80% de lo que vemos y hacemos es recordado por nuestra memoria, por el contrario de los textos que leemos o escuchamos, que solo son recordadas por nosotros en un 20% y un 10% del total de su contenido, respectivamente.