Por Redacción - 4 Noviembre 2010
Desde 1999 llevamos escuchando a los gurús anunciando la desaparición de los banners como forma de publicidad y, aún hoy, seguimos haciéndonos la misma pregunta, supuestamente, con más razón después de ver las nuevas tendencias de búsquedas de pago, medios sociales y la multitud de opciones que nos ofrece el mundo online.
Google estima que el mercado global de la publicidad online en 2009 alcanzó la cifra de 17.000 millones de dólares pero, si nos fijamos en datos más recientes proporcionados por comScore AdMetrix, los americanos estuvieron expuestos a más de un billón de anuncios en el primer trimestre de 2010, cifra un 15% superior a la del mismo período del año anterior.
Entonces ¿ha muerto el banner? Obviamente la respuesta es no pero ¿cómo es posible que siga sobreviviendo? La razón más obvia es que los anunciantes están haciendo menos campañas en los medios tradicionales en beneficio de los medios online por su diversidad, un precio más asequible y la posibilidad de llegar a los clientes a un nivel más profundo y, no hay que olvidar, la capacidad de medición que permite el entorno online.
Otra de las razones es la lógica evolución de los banners con el paso de los años, ya no son anuncios fijos sino que, en muchos casos, incluyen flash, video y audio. La tercera razón para que sobreviva el banner es que los departamentos de marketing entienden la importancia de hacer campañas de marketing equilibradas que incluyan elementos tradicionales y online. Aunque la moda ahora sea invertir en búsquedas patrocinadas, todavía hay muchas empresas que realizan campañas de marca. Por último, los banners ofrecen multitud de formatos, tamaños y estilos, algo que están aprovechando los medios sociales.
En resumen, siempre existe la idea preconcebida de que aquello que surge nuevo hará que desaparezca lo demás pero, en realidad, muchas veces coexisten y el banner es un formato que se adapta y seguirá funcionando durante mucho tiempo.