Por Redacción - 6 Junio 2013
No tener previsto un “Plan B”, olvidarse de la competencia o realizar previsiones de ventas demasiado optimistas, son algunos de los errores más
frecuentes en un "business plan" segúna consultora Augeo Consulting
Group.
En este sentido, José Cadenas,responsable de start-ups de la empresa, señala que“Un buen “Business Plan” es La Biblia sobre la que se sustenta nuestro
negocio, una herramienta que no solo nos marcará la hoja de ruta a seguir durante las primeras etapas de nuestro proyecto, sino que también es la
principal arma con la que cuenta un emprendedor para convencer a un banco o a un business angel de que lo financie”.
Por ello, la consultora ha presentado un listado con algunos de los más importantes errores a evitar a la hora de confeccionar un business plan. Este
listado está dirigido principalmente a aquellos nuevos emprendedores que estén preparando su plan de negocio de cara a presentarlo a posibles
inversores.
10 errores a evitar en un business plan
-
Primar la forma sobre el fondo. Intentar que el business plan quede “bonito” para el que lo lee más allá del análisis del negocio
que hay detrás es muy desaconsejable. Los inversores están muy habituados a ver planes de negocio, por lo que inmediatamente se van a dar cuenta de
si un business plan hace aguas en el contenido. Y el contenido es precisamente lo que más van a valorar.
-
No definir con claridad nuestro mercado objetivo. Definir a quién se dirige nuestro producto/servicio es un punto clave de nuestra
estrategia, y deberá estar lo más especificado posible, ya que de ese punto dependen todos los desarrollos posteriores.
-
No estudiar la competencia . Otro problema puede surgir de ignorar el factor de la competencia, la cantidad y calidad de las otras
empresas que concurren a nuestro mismo mercado. Es esencial saber si nos encontramos ante un mercado en expansión, si está saturado o si, por
ejemplo, vamos a comercializar productos/servicios fácilmente imitables por otras empresas.
-
No tener un "plan B". A la hora de plantear un negocio siempre hay que contemplar distintos escenarios. La vida de una empresa
está sometida a una serie de factores que pueden influir en su evolución, especialmente en sus etapas iníciales. Es importante contar de antemano
con esos imponderables para, en caso necesario, poder aplicar medidas correctoras.
-
No protegerse mediante barreras de entrada. Es esencial tener previstas una serie de medidas de protección que puedan representar
obstáculos para que otras empresas entren en nuestro mismo negocio, como la protección jurídica a través de patentes, marcas, etc.
-
Realizar previsiones de ventas demasiado optimistas. Efectuar proyecciones siempre crecientes y que no se apoyen en una demanda
"real" es, como mínimo, una imprudencia. Ser conservador en las previsiones no significa “pensar en pequeño”; muy al contrario, nos permite dotar a
nuestro negocio de la flexibilidad y la capacidad de adaptabilidad a entornos económicos cambiantes necesaria para garantizar su éxito en el
medio/largo plazo.
-
No exponer la viabilidad económica de la empresa. Es sorprendente la cantidad de business plan en los que se pasa por alto algo
tan básico. Además, es frecuente confundir los términos “viabilidad económica” y “viabilidad financiera”. Se puede tener un negocio rentable
(viabilidad económica) pero sin un euro en nuestra caja (viabilidad financiera). Es aconsejable realizar proyecciones de las diferentes líneas de
negocio que se van a desarrollar, observar sus márgenes (brutos/netos) y dedicar un apartado a estudiar el EBITDA.
-
No definir adecuadamente la estructura del capital del negocio. Cada uno de los socios ha de tener un porcentaje proporcional en
función de su participación, no sólo en términos del capital invertido, sino también del trabajo, dedicación y valor añadido que aporta al
proyecto. Definir con precisión este concepto desde el comienzo puede evitar muchos problemas en el futuro.
-
No confirmar que los fondos financieros planificados están disponibles. Necesitamos realizar una prospección para saber dónde
vamos a conseguir el dinero y en qué momento podremos disponer de él, ya que de otro modo no podremos implementar el resto del business plan.
-
Ignorar la posibilidad de morir de éxito. Hay que tener muy medido el modo en que vamos a realizar la financiación del capital
circulante de la empresa, es decir, los gastos que nos supone dar servicio a los nuevos clientes. Si se crece mucho rápidamente puede darse la
situación de que no dispongamos de financiación para proporcionar ese servicio y así desarrollarnos.