Por Redacción - 5 Abril 2017
Cuando se busca información sobre un producto en internet, uno de los contenidos que suele aparecer de forma recurrente en los resultados de búsqueda son una serie de vídeos que permiten ver cómo llega el producto al consumidor y cómo se presenta, además de cómo es el proceso de desempaquetado y lo que uno se encuentra cuando se enfrenta al mismo. Es lo que se conoce como vídeos de unboxing o vídeos de unpacking y lo que se ha convertido no solo en una tendencia emergente sino también en una cada vez más popular.
Aunque pueda parecer que ver cómo alguien saca algo de una caja no tiene mucho interés, en realidad se ha convertido en uno de los tipos de contenidos que los consumidores buscan y ven cada vez más. Es probable, además, que en un primer momento estos contenidos estuvieran sobre todo ligados a un mercado concreto. Los consumidores accedían sobre todo a contenidos de tecnología y veían unpackings de ordenadores, móviles y cualquier dispositivo tecnológico que se pudiese imaginar.
Estos vídeos se han convertido por tanto en una oportunidad de oro para las marcas y empresas. Estas deben aprender a jugar con estas herramientas y tienen que ser capaces de comprender qué es lo que los hace destacar por encima de otros contenidos.
Los consumidores valoran mucho este tipo de contenidos por varias razones. Por un lado, son uno más de esos contenidos que generan los propios consumidores y que, por tanto, se ven como una fuente especialmente fiable de información sobre los productos y sobre los servicios. Los consumidores los ven como algo mucho más creíble en lo que a características de productos toca y les dan un valor añadido. Por otro lado, no se trata solo de que resulten fiables y creíbles, sino que además suponen un elemento más en lo que a datos se refiere. Estos vídeos dan una avalancha de información a la que, además, los consumidores tienen bastante complicado llegar de otra manera.
Y, finalmente, estos contenidos encajan con el tipo de formatos que ahora los consumidores valoran y buscan. Una vez que los vídeos se han convertido en algo de moda, algo valorado, este tipo específico se ha convertido en un valor añadido a algo que está de moda y que es buscado.
Las propias compañías pueden entrar en el juego ellas mismas subiendo a la red sus propios contenidos de unpacking y completando la información que ofrecen sobre los diferentes productos con su correspondiente unboxing. El contenido no tendrá tanto tirón como el que genera el que crean los propios usuarios, pero sí ofrecerá un valor añadido. En el caso de algunos mercados, como puede ser el ecommerce, por ejemplo, se puede convertir en el elemento clave que dará una mayor sensación de confianza al consumidor en su proceso de compra.
Por otra parte, las firmas tienen que ser capaces de potenciar este tipo de contenidos. Trabajar con los diferentes jugadores de la red para que publiquen estos contenidos puede ser una gran idea. Facilitar las cosas a los consumidores para que ellos se encarguen de generarlos puede ser otra. Tener un packaging original y sorprendente puede, finalmente, ser lo que haga que los consumidores quieran hacer ese tipo de contenidos.