Por Redacción - 15 Febrero 2011
El aumento de la competencia ha llevado a las marcas a ahondar por los ocultos recovecos y preceptos del marketing tradicional, postmoderno y actual en la búsqueda permanentemente del valor añadido que supone el hecho de ser “distinto”.
Los distintos enfoques de gestión no incluyen a los usuarios y sin embargo, es una máxima que una empresa sin clientes es como un jardín sin flores. El 80% de las marcas cuentan con clientes consolidados, lo que aporta solidez y proyecciones de futuro, sin embargo, los presupuestos en marketing y publicidad están centrados en la captación de nuevos clientes, lo que implica una eficiente planificación y una modificación del enfoque sobre qué quieren los clientes, qué les hace sentirse satisfechos y conocer cuales son las razones de abandono…
Para lograr dar respuesta a estas preguntas, las marcas deben realizar investigaciones comerciales tendentes a implementar acciones a través de la cuales se logre fidelidad. Pensar como el cliente, que aunque parezca de Perogrullo muchas veces se olvida, es por lo tanto nuestro primer consejo para diferenciarse de su competencia.
La fidelización es nuestro segundo consejo, no es únicamente que aumenten la cartera de clientes de las marcas es que, a mayor grado de fidelización, mayor generación de flujo, ingresos y reducción de costes. Debemos tener presente que la fidelización es un potente reductor de los costes operativos y un excelente fomentador de la aumento de las compras.
Adicionalmente, los clientes satisfechos son poderosas armas de captación de nuevos clientes, basta con observar el nivel de eficiencia que la viralidad inherente a las redes sociales ha supuesto para las marcas.
La diferenciación es igual al valor añadido, a la competitividad, a la creación de nueva experiencias y al aumento de la fidelidad. Únicamente a través de la diferenciación las marcas lograrán – en relación a su objetivo final- aumentar la rentabilidad.
Sentidos, emociones, socialización… no existe otra fórmula más eficiente para las marcas que llegar al corazón y las emociones de sus potenciales clientes, no en vano, no son pocas las compañías cuyas líneas maestras de sus departamentos de marketing es la relación indivisible entre los sentidos y la decisión de compra.
En conclusión, las claves de la diferenciación de las marcas con su competencia, las encontramos muy bien detalladas en un interesante libro titulado Marketing Vivencial de Bernd Schmitt, de cuyos textos rescatamos la importancia de: