Por Redacción - 10 Noviembre 2009
Ante una situación económica sin precedentes y a la vista de los cambios que se están produciendo en el mundo de la comunicación y los medios, Omnicom Media Group ha realizado un estudio a nivel europeo para conocer cómo está cambiando el comportamiento del consumidor, el verdadero protagonista de la evolución que estamos viviendo. Gracias a la investigación, hemos constatado que algunos de los cambios que se están produciendo no son pasajeros, ni mucho menos desaparecerán con la crisis, sino que se están afianzando y están empezando a crear cultura entre nosotros. El consumidor nunca volverá a ser el de antes…
El síndrome “y si me toca a mí”
Con la tasa de paro más elevada de toda Europa, el consumidor español sufre los efectos de la crisis con especial crudeza. No sólo los que engrosan las listas del paro, los que mantienen su trabajo se encuentran bajo el síndrome del “y si me toca a mí”.
De acuerdo con el estudio, el 71% de los consumidores cree que España está en recesión o a punto de entrar en ella, respecto al 67% de media europea. El 61% admite gastar con mayor cautela frente al 64% europeo e incluso el 41 % de los españoles reconoce haber tenido que recurrir a sus ahorros para hacer frente a los gastos (35% en Europa).
¿Austeridad o capricho?
En este contexto, el consumidor se ha convertido en un experto que actúa con inteligencia en la administración de sus recursos el llamado “smart shopper”, que quiere seguir comprando su marca favorita pero no a cualquier precio: 7 de cada 10 españoles está dispuesto a comprar la misma marca pero buscará el mejor precio.
El precio se ha convertido en un factor de compra clave: un 65% se fija mucho más ahora en los precios que antes. Un dato alarmante para las marcas es que un 50% de los españoles dice comprar hoy más marca blanca que antes, el doble que la media europea.
La búsqueda del mejor precio nos lleva a una mayor promiscuidad con las marcas y a una lealtad con condiciones: dos tercios de los consumidores están dispuestos a cambiar de marca para sacarle mayor partido a su presupuesto. El mismo % declara estar dispuesto a ser fiel a su marca sólo si el precio es ajustado. En productos de mayor implicación, nos comentan que prefieren reducir la frecuencia de compra antes que renunciar al producto, por ejemplo con los productos de belleza y cosmética de alta gama.
De todas formas, la elección de compra no está basada sólo en el precio, sino en la justificación de la misma: el valor y confianza en la marca, la mayor durabilidad y mejor funcionalidad de los productos son ahora factores decisivos. Además, hay lugar para los caprichos: el 59% siente la necesidad de darse algún capricho al margen de su situación económica y el 55% sigue estando muy interesado en comprar novedades.
Chequear y Chatear antes de comprar
Sin duda, nos encontramos ante un consumidor “con control”, que invierte más tiempo antes de comprar: 2/5 partes reconocen que tienden a comparar precios en páginas web, igual que la media europea.
De hecho, la compra online que ofrece precios más económicos empieza a ser una opción interesante. 2 de cada 10 españoles reconocen hacer la compra online más que antes. Es sólo la punta del iceberg.
Según la AECEM (Asociación de Comercio Electrónico en España), las ventas online generarán 10.000 Mio. De € en 2009, lo que significa un 58% de crecimiento versus el año anterior. Las empresas españolas Privalia y Buyvip.com, enfocadas a marcas Vip del mundo de la moda así como a cosméticos y complementos, están teniendo un crecimiento muy rápido en nuestro país.Una cuestión de confianza (age of Heritage)
El estudio refleja que si bien el consumidor alarga el proceso de decisión de compra a la búsqueda de la mejor opción, por otra parte reduce considerablemente su círculo de “influenciadores”. Es decir, antes tenía mucho más en cuenta las tendencias de mercado en diferentes sectores, se guiaba más por la publicidad, el efecto “trendy” de las marcas en la sociedad, etc., en cambio, en estos tiempos que corren parece que hemos reducido el círculo de personas en las que confiamos como prescriptoras y recurrimos en un 42% a la recomendación de amigos más cercanos y a la familia, versus el 39% de media europea.
Compartir es vivir (old is the new new)
Dicho esto, no nos sorprende ver que 1 de cada 3 españoles comparten cosas, ahora más que antes, con familia y amigos. De hecho, aunque por detrás de otros países europeos, vemos una tendencia creciente hacia el compartir, alquilar, tomar prestado y hacerse uno mismo tarjetas, regalos, bricolaje en casa, etc. Por ejemplo, un 22% reconoce coger libros prestados en la biblioteca más que antes, otro 22% hace arreglos en casa más de lo que lo hacía antes.
No a los lujos superfluos (evolution of opportunities)
Comprar por comprar ya no es una opción. El consumismo descontrolado está mal visto socialmente en estos tiempos que corren y las compras “Premium” que hacemos deben estar bien justificadas. ¾ partes sólo quieren comprar cosas que realmente importan. “Me he dado cuenta de que el dinero no es tan importante, hoy podemos tener menos, tal vez en poco tiempo tengamos más, pero el materialismo y esa fiebre por poseerlo todo, no es bueno”. José Luis, España.
Quedarse en casa es la nueva forma de salir
Hemos vuelto a celebrar fiestas en casa, a la comida casera y el tupper de nuevo en auge; Un 36% de consumidores cocinan ahora más en casa, el 43% nos cuenta que se llevan la comida al trabajo frente al 36 % de media europea.
“Comer fuera de casa…¡me encanta!, ahora las comilonas se organizan en casas de amigos o en la mía, salen mucho más baratas”. Anna, España.
a electrónica de consumo adopta un papel unificador en la familia; la TV juega un papel fundamental, siendo la principal “actividad” en su tiempo de ocio, sobre todo para las mujeres. Internet se convierte en un bien imprescindible, algo sin lo que no podríamos vivir y del que incluso con la crisis no se dan de baja.
Recuperación de valores esenciales
El consumidor español está recuperando valores tradicionales; sus principales preocupaciones son la familia en primer lugar en un 55% y la salud en un 54% de los casos.
“Tal vez esta crisis nos ha servido en cierto modo, para unirnos más, hablamos más de todo y todos colaboramos”. José Luis, España.