El desarrollo de la imagen de marca de una empresa en una red social se puede desarrollar, fundamentalmente, en dos sentidos. El primero es a través de los contenidos que publica y, como consecuencia, mediante la relación que mantiene con su comunidad. El segundo es desde la personalización de los elementos que la plataforma pone a su alcance. Esto último es un hándicap en el caso de aquellos entornos que carecen de perfiles específicos para corporaciones.
El hecho de que las páginas de fan llegaran a Facebook mucho después que las personales ocasionó problemas a numerosas organizaciones que necesitaron, posteriormente, hacer una migración de perfiles para subsanar el problema de emplear formatos incorrectos. En LinkedIn está también prohibido utilizar perfiles personales como corporativos, pero ya hace tiempo que es posible crear páginas de empresa cuyas novedades pueden seguirse como si se tratara de individuos. Google+ no tardó tanto en disponer de páginas de empresa, aunque opciones como la administración múltiple no estaban activadas al principio. Twitter ha sido la última red social en unirse a esta tendencia, si bien a un precio que se antoja prohibitivo para la mayoría de potenciales usuarios: 25.000 dólares anuales en publicidad.
Pinterest, la red de moda en estos momentos, tampoco cuenta con páginas corporativas, al menos por ahora. Las entidades no tienen vetada la apertura de perfiles, por lo que pueden abrirlos y gestionarlos como si de cualquier otro usuario de este espacio se tratara. Sin embargo, ¿cómo pueden definir la identidad gráfica de la organización sin que haya más espacio específico para ello que la zona del avatar?
Una manera creativa de dar una personalidad propia a un perfil corporativo en Pinterest es el de utilizar los tableros (“boards”) para desplegar el logotipo o las imágenes que forman parte del branding de la firma en forma de mosaico. Para ello, es preciso hacer lo siguiente:
El resultado es algo similar a esto
Es recomendable que este diseño se lleve a cabo en los tres primeros tableros, para que sean los que se primero. También es aconsejable no utilizar mosaicos con más de tres tableros. Esto evitará que, en las pantallas más pequeñas o de menor resolución, la imagen se descomponga al desplazarse uno de los tableros a la fila inferior.
La utilidad de esta táctica adquiere mayor sentido cuando atendemos a la manera en que se difunden los contenidos en Pinterest. Los usuarios son alertados por correo electrónico cada vez que alguien republica, comenta o marca como favorito un vídeo o una imagen. Dicho correo invita a conocer más de quien realiza una de estas acciones mediante un enlace directo a su página de perfil, para animar a seguir sus tableros. Si interactuamos con los contenidos de otros usuarios (siempre basándonos en una estrategia acorde con la visibilidad que queremos tener en Pinterest), es muy posible que aquellas personas cuyos enlaces compartamos se animen a pasar también por nuestros tableros. Será entonces el momento de que vean nuestro despliegue creativo.
En cualquier caso, todo lo anterior no sirve de nada si no se realiza de acuerdo a una estrategia de comunicación y marketing con sentido, basada en aportar valor añadido y contenido original, así como en respetar el tono de la comunidad.