Por Redacción - 17 Febrero 2016
Facebook está intentando posicionarse en el mercado de los vídeos online y está intentando hacerse con una parte importante de la cuota de mercado que hasta ahora tenía YouTube sin que prácticamente nadie le tosiese. La red social está potenciando que las marcas suban sus contenidos en vídeo (que ocupan mejores posiciones en el feed de noticias que los contenidos que no lo son) y también está intentando que los usuarios y los medios presentes en la plataforma publiquen vídeos. Quieren que Facebook se convierta en un espacio para ver todos esos contenidos y que los internautas no salgan de la red para hacerlo. Teniendo en cuenta que los vídeos tienen cada vez más tráfico y despiertan cada vez más interés entre los consumidores, al tiempo que se está convirtiendo en una apuesta cada vez más buscada por los anunciantes, se puede comprender por qué Facebook está potenciando esto.
Pero ¿qué es exactamente lo que está ocurriendo con los contenidos? Algunos medios de comunicación están creando una nueva estrategia y publicando vídeos en Facebook directamente, adecuados a la red social y que logran tener mucho éxito. Algunos vloggers también están publicando directamente en sus perfiles en Facebook sus contenidos. Y algunas televisiones están probando con pilotos por los que suben fragmentos de sus contenidos a esta red social. Sin embargo, lo que está marcando la agenda de lo que ocurre en Facebook con los contenidos no es tanto esto sino más bien lo que están haciendo algunos usuarios menos escrupulosos. Facebook se ha convertido en el espacio en el que terceros publican lo que otros han hecho para YouTube. O, poniéndolo en claro, Facebook se está llenando de vídeos robados.
El problema no es nuevo en absoluto. Cuando Facebook empezaba a posicionarse en el mercado de los vídeos, ya se podía ver el problema. Hace un año ya se podía encontrar ese modus operandi: algunos usuarios de Facebook iban a YouTube, se descargaban contenidos de esa red social y los subían directamente a Facebook. Entre ese momento y ahora, a esos usuarios se les puso un nombre.
Había nacido el freeboting y Facebook estaba no solo luchando contra YouTube sino también vampirizándolo. Lo que al principio no era más que un comentario y una observación ahora se ha convertido en una queja de los propios creadores de contenidos. Los youtubers se han pronunciado ya contra Facebook y le están recordando que en la red social hay quienes se están aprovechando directamente de su trabajo.
Según las estadísticas que mueven estos creadores, durante el primer trimestre de 2015, de los vídeos con más éxito en Facebook una parte muy importante eran, de hecho, contenidos robados a YouTube. En concreto, 275 de los 1.000 vídeos más visionados eran en realidad vídeos robados. Los ejemplos son abrumadores. Un vídeo logró 81 millones de visionados en Facebook después de que lo robasen de la cuenta de un youtuber. Los "ladrones" no son además simplemente usuarios particulares de Facebook: son también cuentas muy populares (uno de los casos más comentados fue el de una revista británica) o famosos que publican esos vídeos en sus páginas.
¿Ha puesto fin Facebook a la práctica?
Aunque los youtubers llevan quejándose meses y aunque el problema ha adquirido cierto cariz público, lo cierto es que no parece haberse solucionado y no parece que Facebook haya impuesto controles más rigurosos en lo que a derecho de autor respeta (teniendo en cuenta que la red social es como un perro de presa con algunas cuestiones, como ha demostrado el viral caso del hombre al que le cerraron la cuenta por reproducir El origen del mundo, el cuadro de Courbet, resulta aún más sorprendente).
Un youtuber, Casey Neistat, acaba de hecho de acusar a Facebook de que el crecimiento de su oferta de vídeos es "un poco sucio y deshonesto". El youtuber mostraba lo que había ocurrido con uno de sus últimos vídeos (un muy viral recorrido con snowboard por las calles de Nueva York) como ejemplo. 36 horas después de que publicase el contenido y este se convirtiese en viral se podían encontrar 4 versiones robadas en YouTube... frente a 200 en Facebook.
"Lo peor de lo que hacen es las escasas medidas de castigo contra los freebooters", explica a The Wall Street Journal Neistat. "Esta es probablemente la peor ofensa que puedes cometer en Youtube y te echan de la plataforma y cierran d tu cuenta solo por eso. Realmente cuidan a los creadores", defiende el youtuber.
Facebook apuntaba en el pasado mes de agosto pasado que iba a tomar medidas contra los freebooters y que estaba trabajando en un software que iba a ayudarle a detectarlos, pero lo cierto es que por ahora no se han visto resultados y los creadores de contenidos están todavía muy indignados con la red social.