Por Redacción - 27 Marzo 2014
Internet es un medio que ofrece igualdad de oportunidades tanto a pequeñas como grandes empresas. Cualquier organización puede hacerse un hueco en el mundo online, siempre y cuando tenga en cuenta unas premisas básicas de actuación.
Desarrollar y gestionar adecuadamente un negocio en internet, o mejorar la visibilidad de la empresa gracias a las nuevas tecnologías requiere cumplir 2 requisitos básicos: creatividad e innovación.
En plena era tecnológica, es imprescindible contar con las herramientas necesarias, en óptimas condiciones, y aprovecharlas de forma creativa, con el fin de destacar frente a la competencia y llegar a ser la opción elegida.
2014 es el año del diseño responsivo, el punto de inflexión a partir del cual toda empresa necesita optimizar su site, con el fin de llegar a los dispositivos móviles, quienes ya representan más de la mitad de las búsquedas móviles. Éstas son sus principales ventajas:
Un único diseño, distintas versiones. La revolución de los dispositivos móviles ha multiplicado exponencialmente el número de pantallas, visualizaciones y formas de consumir contenido. Ante este nuevo escenario, los usuarios se encuentran con páginas que no les permiten acceder al contenido, donde elementos clave no se muestran, no es posible hacer clic en los botones, o, por el contrario, accidentalmente clicamos en apartados donde no deseamos ir.
Gracias al diseño responsivo, el contenido se ajusta automáticamente a cada pantalla, independientemente de su tamaño, y permite a los usuarios interactuar cómodamente con el contenido, en función de sus necesidades, no de los imperativos de la programación web. Una ventaja que Google valora sobremanera, considerándolo un aspecto fundamental a la hora de posicionar la web en sus resultados de búsqueda.
En internet, menos es más. Los usuarios demandan una experiencia de navegación sencilla e intuitiva, lejos de los elementos superfluos o la saturación de llamadas a la acción. Las nuevas tendentes imperantes apuestan por la pureza de líneas, diseños básicos, colores limpios y utilizar únicamente los elementos esenciales.
Una buena estructura del site es básica para mejorar su usabilidad, el contenido debe estar debidamente organizado, atendiendo a las pautas de navegación de los usuarios. Para ello será muy útil el A/B testing, o las pruebas de seguimiento ocular.
Asimismo, el diseño responsivo permite mostrar, ocultar o reorganizar apartados en función del tamaño de la pantalla donde se vaya a mostrar la información. De este modo, se da prioridad a los apartados básicos en los smartphones, se amplían las funciones en el caso de las tabletas y ya se muestra la versión completa en desktop.
El buen diseño ha de ser útil y funcional. Desarrollar una web responsiva no es cuestión de ir a la moda, sino de aumentar las posibilidades de cumplir el principal objetivo de la empresa: vender. Por ello, la web es un arma de ventas, y ha de estar concebida como tal.
Debe ser lo suficientemente rápida como para cargar en el menor tiempo posible, y tan sencilla de navegar como para facilitar la usabilidad y hacer que el cliente encuentre fácilmente lo que busque. Todo ello generando confianza, para llevar el proceso de venta a buen término. Objetivos dirigidos tanto a conquistar a los usuarios de escritorio como a los móviles, vía principal donde inician las búsquedas. Según RSR Research, 3 de cada 4 retailers afirma que estos dispositivos inteligentes influirán cada vez más en las compras en un plazo no superior a 3 años.