Por Redacción - 2 Diciembre 2015
Los dispositivos móviles se han convertido en una parte esencial en la vida de los consumidores. Cada vez los usuarios tienen más y más terminales y están por tanto más y más conectados. La relación entre marcas y compradores es cada vez más intensa y más 24 horas gracias a la presencia de estos terminales.
Las previsiones señalan además que el mercado está aún lejos de llegar al límite. Aunque pueda parecer que todo el mundo tiene ya un smartphone y que hay poco margen de maniobra para crecer, las estimaciones de los expertos apuntan a que en el futuro inmediato el porcentaje de usuarios que contará con un dispositivo móvil será incluso mayor y, sobre todo, que cada vez serán más quienes tengan un terminal móvil conectado a la red.
Por tanto, saber qué hacer con el móvil parece algo crucial que las marcas no deberían perder de vista. El móvil será una parte cada vez más importante de la estrategia de marketing de las marcas y, al hilo de todas las cosas que se han estado diciendo en los últimos tiempos, cuatro parecen las tendencias clave que no habrá que perder de vista.
Lo cross-device ya no es una opción
Durante los últimos meses, muchos han sido los analistas que han lanzado alerta tras alerta a los responsables de marketing de que el mundo se estaba haciendo cada vez más complejo y que los consumidores estaban saltando cada vez más de un dispositivo a otro. En 2016 las recomendaciones no pueden quedarse simplemente en consejos, sino que tienen que ser hechos: no se puede continuar sin tener una sólida estrategia en la que todos los dispositivos estén en la misma órbita.
El móvil no se puede ver como una excepción a la regla, como una cosa que solo funciona en su propio terreno. El móvil es parte de los hábitos de los consumidores y es una parte además muy importante. Las marcas tienen que ser capaces de posicionarse en el mercado móvil, pero tienen que hacerlo además en relación con lo que ocurrirá en otros terrenos. No se puede continuar creando compartimentos estancos. Hay que hacer una estrategia generalizada.
Las marcas tienen que aprender a no molestar
Una de las cuestiones que marcaron de forma notable los anuncios en internet y que decidieron su suerte fue el hecho de que las marcas y los medios decidieron explotar el hecho de que los consumidores no podían escaparse de los anuncios para poner mensaje tras mensaje publicitario y hacer así que estos se convirtiesen en inevitables. La publicidad se convirtió en algo particularmente molesto, que se hizo además aún más molesto a medida que los internautas eran cada vez más capaces de escapar a los anuncios.
Las marcas tienen que ser capaces de comprender a sus consumidores y sus intereses y tienen que evitar que ese error que cometieron en escritorio se repita en los dispositivos móviles. Los anuncios tienen que ser capaces de no molestar a sus receptores. De hecho, en escritorio, todos estos anuncios molestos han acabado potenciando el uso de herramientas para bloquearlos. Los adblockers llegaron al mercado para acabar con esa realidad y han visto como su popularidad ha aumentado de forma notable. Teniendo en cuenta que los móviles han empezado en 2015 a dar entrada a estas herramientas, las marcas tendrán que espabilarse si no quieren que la historia se repita.
El vídeo es un elemento crucial
El vídeo ha ido ganando peso año tras año y ha sido uno de los grandes protagonistas de 2015. No hace falta hacer muchos y muy sesudos análisis para comprender que también lo será en 2016. Por una parte, están las pautas de comportamiento de los usuarios, que cada vez más vídeos en sus dispositivos móviles. Por otra parte, está el creciente interés de las marcas, que no solo producen sus propios contenidos en vídeo, sino que además están invirtiendo cada vez más en posicionarse en los contenidos en vídeo de los demás. La inversión en anuncios en vídeo no ha parado de crecer en los últimos meses y todo indica que lo hará aún más durante el año que viene.
Las aplicaciones tendrán un nuevo momento estrella
Las apps tuvieron su momento caliente hace unos años, cuando todo el mundo parecía estar obsesionado con ellas y gastando cantidades ingentes de dinero en crear sus propias apps y sus propios servicios asociados a las mismas. Las aplicaciones estaban de moda y toda marca quería tener una. Lo que sucedió después fue bastante esperable. Las marcas se lanzaron a crear apps un poco porque sí, los usuarios se sintieron decepcionados con ellas y las aplicaciones pasaron a ser un elemento olvidado en la estrategia de marketing.
Sin embargo, en 2016, su suerte podría cambiar. En primer lugar, los consumidores nunca dejaron de usar las aplicaciones móviles. Lo que dejaron de usar fueron las aplicaciones móviles de las empresas. La culpa fue, por cierto, de las propias marcas, que no crearon experiencias realmente valiosas y que hicieron simplemente apps para salir al paso. En segundo lugar, los expertos en SEO señalan que en 2016 Google va a empezar a poner las cosas mucho más fáciles para las apps, permitiendo nuevas funcionalidades que afectarán a las búsquedas, lo que hará que las marcas se tomen más en serio a las apps.