Por Redacción - 17 Marzo 2014
La publicidad online no consigue deshacerse del spam. Los clics fraudulentos continúan siendo uno de los principales quebraderos de cabeza de los anunciantes, quienes ven como una importante parte de su inversión se consume por culpa de los bots.
El estudio de Solve Media indica que el 61% de los clics a estos anuncios online analizadas en el último trimestre de 2013 registraron una conducta sospechosa, que podría atribuirse a un comportamiento no humano. Un porcentaje que, lejos de descender, ha ido en aumento en el último año. Así, el porcentaje de estas interacciones fraudulentas registrado durante el primer trimestre del año fue del 44%. Pese a los enormes esfuerzos contra el spam y los bots, estos continúan actuando a su antojo en el medio online.
Asimismo, es notable la diferencia entre la actividad registrada el ordenador tradicional y los dispositivos móviles. Así, mientras que en el caso del ordenador esta conducta perniciosa ha ido en aumento con el paso de los meses, llegando a superar el 60%, en el caso de los móviles se ha mantenido en torno al 22%.
Por su parte, Ad Science plantea un escenario más optimista en la lucha contra estas perjudiciales conductas. Según sus datos, el registro de estas actividades, que se cifraba en el 20% a principios de 2013 cayó durante el segundo trimestre hasta el 15%.
Los grandes players de la publicidad online también libran su batalla particular. En aras de ofrecer una experiencia positiva a sus usuarios y mejorar la calidad del servicio, Google señalaba a principios de año que en 2013 eliminó más de 350 millones de anuncios que consideraba de baja calidad, engañosos e incluso ilegales. Una actividad que le ha llevado a reforzar sus sistemas de seguridad, con el fin de identificar a priori la generación de este tipo de anuncios de dudosa credibilidad.
Las redes sociales tampoco están libres del acoso del spam y los clics fraudulentos; un negocio redondo para estas empresas, que comercializan con los grandes volúmenes de interacciones falsas a escala internacional. En abril The New York Times publicaba el estudio llevado a cabo por Andrea Stroppa y Carlo De Micheli, quies estimaban que solo la venta de seguidores falsos en Twitter podría haber reportado entre 40 y 360 millones de dólares hasta la fecha.
Como podemos observar, internet también está plagado de oportunistas y amantes del lucro a costa del trabajo ajeno. Las medidas antispam y los detectores de estos bots avanzan cada día, aunque todavía queda mucho para conseguir exterminar esta plaga.