
Marcas que abandonan la publicidad online: Razones y Teorías de la Conspiración
Por Redacción - 27 Marzo 2017
Aunque parecía que las cosas habían llegado a un punto culminante hace ya una semana, lo cierto es que la cuestión ha ido creciendo y creciendo en los últimos días y tiene todo el aspecto de seguir creciendo y creciendo en los días que vienen por delante: los anunciantes siguen declarando la guerra a YouTube y las marcas, las empresas y alguna agencia siguen anunciando su boicot a Google y sus herramientas publicitarias.
La historia comenzó con un escándalo y seguirá por esa vía. Una investigación publicada en el diario The Times apuntaba que en los canales de YouTube de varios usuarios extremistas se estaban anunciando marcas y empresas de primer nivel. Es decir, grandes marcas estaban sosteniendo a esos perfiles y propiciando de forma indirecta que se propagasen y creasen esos contenidos siendo quienes aportaban los ingresos de publicidad asociados. La investigación hizo saltar las alarmas. Los anunciantes en cuestión aseguraron que ellos no eran conscientes de que su nombre y sus anuncios aparecían en esos canales y que, por supuesto, rechazaban asociarse a esos contenidos, pero que, al mismo tiempo, Google no daba herramientas para frenar que eso pasase. Uno no podía decir "aquí no quiero aparecer".
Y ante el escándalo y esa realidad, los anunciantes empezaron a desaparecer. La administración pública británica retiró sus campañas publicitarias de Google al no poder establecer claramente que no aparecerían asociadas a vídeos extremistas. Luego lo hizo The Guardian, que publicó un artículo sobre ello que circuló bastante por redes sociales. Entre unos y otros y tras ellos empezaron a sumarse anunciantes, grandes marcas y la agencia Havas, que declaró que sacaba a sus clientes (grandes clientes) de YouTube como anunciantes.
Domino"s, AT&T, Verizon, Coca-Cola, Wal-Mart... Las grandes marcas empezaron a ir ampliando la lista. La cuestión, que arrancó en el mercado británico, saltó rápidamente también al estadounidense. Desde entonces se ha propagado como fuego por todos los mercados anglosajones, aunque ya solo con los apagones en Reino Unido y en Estados Unidos Google ha empezado a sufrir. Al fin y al cabo, son de los más grandes mercados publicitarios (y tanto que se están ya resintiendo en bolsa). No todos los mercados han mostrado signos de contagio (por ahora, por ejemplo, ninguna gran marca española ha dicho nada sobre la cuestión), pero a medida que vaya creciendo la cuestión es de esperar que el efecto arrastre (aunque sea por no quedar mal) vaya en aumento.
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