Estos días nos hemos encontrado en los medios de comunicación la aparición de un sorprendente personaje, el "Pequeño Nicolás". Un chaval de 20 años que ha burlado a las altas esferas políticas, empresariales e incluso a la propia Casa Real en nuestro país, sentándose con éstos en la misma mesa o participando en debates, charlas, ponencias o reuniones y compartiendo el protagonismo reservado solo para los altos estamentos. Es decir, ha logrado hablar de tú a tú con los más altos perfiles de nuestra sociedad.
El primer análisis que podemos realizar de este caso es el de una personalidad marcada por delirios de grandeza, hecho avalado por el estudio siquiátrico realizado tras su detección. Además, la vulnerabilidad que ha quedado manifiesta de los sistemas de seguridad en nuestro país. Hay demostración gráfica que muestra como llegó incluso a colarse en la recepción oficial que ofrecieron los Reyes Felipe VI y Letizia, tras la coronación. Y por último, los presuntos delitos cometidos por el "Pequeño Nicolás" de suplantación de personalidad o incluso estafa. Recientemente ha salido la noticia de que supuestamente sacó cerca de 65.000 euros a dos empresarios después de ganarse su confianza.
Evidentemente, el "Pequeño Nicolás" no es un ejemplo a seguir. Pero si hacemos un análisis más profundo del asunto, si intentamos entender cómo han sido posible los "logros" de este personaje, nos daremos cuenta que lo que hay detrás, además de mentiras, es un potente Branding Personal por parte del "Pequeño Nicolás", basado en sus fortalezas personales y en las debilidades de la condición humana.
El Branding Personal o Marca Personal es el posicionamiento o reconocimiento que una persona alcanza, basado en sus cualidades personales, características, destrezas o conocimientos.
¿Y cuáles han sido las "fortalezas personales" y las "debilidades ajenas" en las que se ha basado el Branding Personal del "Pequeño Nicolás"?
Seguridad
Todos los que han tratado con él han puesto de manifiesto que transmitía una gran seguridad en si mismo y en todos los temas que trataba.
Confianza
A la vista de los hechos, nos sorprende que un chaval de 20 años mostrase tal confianza al codearse con las altas esferas y no se amilanase donde el resto de los chavales de su edad, y los no tan chavales, se habría sentido nerviosos o intimidados. El "Pequeño Nicolás" se manejaba como pez en el agua tanto en una recepción oficial, como sentándose al lado de altos dirigentes públicos o privados.
Facilidad de palabra
También han sido muchos los que han remarcado que participaba en las conversaciones con total naturalidad y aportando sus propias opiniones bien argumentadas
Networking
Nadie como él ha sabido hacer networking y aprovecharse de éste. También es verdad que muchos de los contactos que decía tener, está por demostrar que los conociera pero aun así, lo cierto es que él sí ha sabido manejar el networking como en pocos casos hemos conocido.
El "Parecer"
Como la mujer del César, "no solo hay que ser, también hay que parecer". En este caso, el "Parecer" ha superado al "Ser". No se ha tratado de "tener" altos contacto y capacidad de influir sobre éstos, sino en el "parecer" que así era.
Pero no solo sus fortalezas personales le han dado acceso a despachos enmoquetados o le han abierto las puertas solo accesibles a unos pocos. Han sido necesarias también, las debilidades de la naturaleza humana para que el "Pequeño Nicolás" sacara todo su potencial.
Soy de los que siguen creyendo que el ser humano es confiado por naturaleza. Nadie puso en duda sus contactos ni las capacidades de negociación con éstos, que él presentaba como tarjeta de visita. Además, creo que nuestra naturaleza nos hace ser ambiciosos. Evidentemente, en unos casos más que en otros. Eran esas "promesas" de posibles beneficios las que han llevado a sus "contactos reales" a no dudar de los "contactos irreales" que el "Pequeño Nicolás" decía tener.
El branding personal no solo se basa en potenciar nuestras fortalezas sino también en detectar las debilidades ajenas, que independientemente de las que cada uno tenemos, algunas van intrínsicas a la naturaleza humana. "Aprovecharnos" de las debilidades ajenas, en ningún caso se debe confundir con manipular o realizar estrategias maquiavélicas, sino en prestar atención cómo es la persona que tenemos frente a nosotros y tratar de saber cuál es la mejor forma de lograr su complicidad y confianza, siempre dentro de la honestidad.
En conclusión, desde el punto de vista del Branding Personal, la mejor lectura que podemos hacer del caso del "Pequeño Nicolás" es la importancia de conocernos a nosotros mismos, para potenciar nuestras fortalezas e intentar incentivar aquellas con las que contamos en menor medida y que sabemos funcionan, como le han funcionada al "Pequeño Nicolas", como la seguridad, la confianza, la facilidad de palabra, la capacidad de networking y también el "parecer" aunque en este punto, a diferencia del "Pequeño Nicolás", debemos recordar que no se tratar de inventarnos un "ser" sino en no acomplejarnos en mostrarlo.
Y vosotros ¿qué lectura sacáis desde el punto de vista el Branding Personal, del asombroso caso del "Pequeño Nicolás"?