Son muchos los perfiles que han hecho aparecer las Redes Sociales, cada uno con un nombre y una función diferentes.
Al igual que en cualquier sector, cada profesional tiene su campo, y cada uno de nosotros estamos especializados en un campo donde somos los mejores de nuestra empresa. Pero en una compañía todos trabajan remando en la misma dirección, todos persiguen un mismo objetivo común, ya sea sacar un producto o mejorar la marca.
Dos profesionales que, a menudo, son excluyentes en una empresa son el Social Media Strategist y el Community Manager. Y digo que son excluyentes porque, normalmente, donde hay Social Media Strategist, el es quién realiza sus funciones más las de Community Manager, y donde hay Community Manager, éste es quien hace también de Social Media Strategist.
Para aquellos que no tengan muy claro cuál es la diferencia entre estos dos perfiles, los definiremos.
El Community Manager es el especialista en dinamizar contenido y a la audiencia. Es quien trata día a día con ella y debe detectar sus necesidades y satisfacerlas, incluso antes de que ésta se lo demande. Podemos decir también que es el enlace entre audiencia y empresa: es quien debe transmitir al equipo cualquier necesidad no satisfecha de la empresa y el que hace llegar la filosofía de la marca y su producto a la audiencia. Es el relaciones públicas, por decirlo de alguna forma.
Por otro lado, el Social Media Strategist es quien define la estrategia de la marca a seguir en Redes Sociales, qué acciones realizar, cómo hacerlo, realiza Planes de Crísis y Reputación, marketing de contenidos, elige los canales en los que vamos a tener presencia y de qué manera vamos a estar presentes en ellos… Es el cerebro de la operación y el que da las instrucciones al Community Manager para que ejecute su plan.
Por este motivo, no es comprensible la existencia de uno sin el otro. Son como Batman y Robin o como Epi y Blas, no se conciben funcionalmente el uno sin el otro, ya que se retroalimentan mutuamente mediante la información que el Community Manager ofrece al Estratega sobre la audiencia y su comportamiento.
El Community Manager es la mano del Estratega, es quien ejecuta las acciones y el que llega a la audiencia. Es fundamental para una empresa la presencia de ambas figuras, ya que, por sus aptitudes frecuentes, el Social Media Strategist no suele tener lo que se llama “don de gentes” para la audiencia, por lo que es necesario que el Community Manager entre en juego.
Uno es la extensión del otro, y juntos crean una personalidad perfecta: cerebro y cuerpo. Al igual que anatómicamente hablando, el uno no puede actuar independientemente del otro, Social Media Strategist y Community Manager necesitan estar perfectamente coordinados para que la estrategia funcione perfectamente. Por un lado, el Community Manager necesita conocer la filosofía y valores de la empresa, qué objetivos perseguimos con la estrategia y cómo se pretenden alcanzar esos objetivos.
Por otro lado, el Estratega de Medios Sociales necesita la capacidad de transmitir de forma clara y comprensible al Gestor de Comunidades esos datos, por lo que, al menos, debe tener determinadas habilidades comunicativas.
El panorama perfecto es aquél en el que las dos figuras están tan compenetradas que no se diferencian. El cuerpo y la mente. Planificación y acción.
¿Y tú, qué piensas? ¿Deben ser excluyentes o complementarios?