De la revolución digital y la eclosión de las redes sociales surgió la necesidad de contar con profesionales capaces de gestionar estas nuevas herramientas.
De ahí que surgieran expertos, que poseían el don de dominar a estas nuevas y desconocidas fieras tecnológicas. La figura del Community Manager tuvo su época de moda, y sigue siendo una de las más demandadas, junto con otros perfiles digitales, como el Social Media Manager o Social Media Strategist.
En cambio, esta situación no se va a mantener eternamente. De hecho, podría tener los días contados, según muestra el estudio llevado a cabo por Workopolis, quien premoniza el fin de los puestos de trabajo especializadas en los Social Media en un periodo no superior a 10 años.
Y en cierto sentido tiene su lógica. La democratización tecnológica ha dado paso a un mayor conocimiento de ésta por parte de los usuarios, lo que permite que cualquier persona tenga libre acceso a dichos medios, y los utilice a diario. Esta alfabetización digital será la que acabe con los gestores de comunidad y profesiones sociales afines. Ello no implica que ya no sea necesario cuidar la adecuada presencia online de una marca, sino que cualquier profesional de la comunicación estará plenamente capacitado para ello, será otra de sus funciones habituales, sin la necesidad de autoproclamarse como experto en la materia.
Esto obliga a los profesionales de los Social Media a mantenerse plenamente actualizados, y desarrollar otras capacidades, además de saber gestionar una cuenta en Facebook o Twitter.
Una carencia que ya se manifiesta en la actualidad. Según el estudio publicado por la OMI (Online Marketing Institute), 7 de cada 10 marketers considera que su departamento podría mejorar en algunas áreas digitales.
Una de las cualidades mejor valoradas entre los profesionales digitales es la capacidad analítica, un área donde únicamente el 39% de los encuestados considera que sus empleados realmente destaque. Además, si nos centramos en las áreas de marketing móvil o marketing de automatización, este grado de confianza decae hasta el 29%. Unas conclusiones que coinciden con la opinión expresada por Tara Talbot, vicepresidente de RR.HH. en Workopolis, quien indica que las habilidades mejor valoradas por las empresas serán las relacionadas con la analítica, aplicaciones móviles y el dominio de un segundo idioma.