Por Redacción - 15 Noviembre 2016
Uno de los grandes booms de este año en el mundo del marketing, uno que ha cambiado por completo lo que hacen las marcas y que ha obligado a redefinir las estrategias, ha sido el de los influencers. Los influencers se han convertido en uno de los elementos cruciales para las marcas, uno de los que las compañías buscan y potencian en sus estrategias de marketing online, ya que han descubierto el poder que tienen a la hora de conectar con los consumidores y los elevados rendimientos de apostar por ellos.
¿Qué es lo que ha hecho que los influencers sean tan importantes y tan relevantes? En un mercado en el que los consumidores buscan cada vez más la honestidad y en el que esperan que los mensajes de las marcas sean cada vez más sinceros y cada vez más cercanos, los antiguos embajadores de las marcas han perdido peso y relevancia. No es que el famoso de turno haya desaparecido por completo de las campañas o que las marcas ya no apuesten por la cara conocida para presentar de vez en cuando sus productos y sus servicios, sino que, en el nuevo mundo de las redes sociales, esas figuras empiezan a verse eclipsadas por las estrellas de los social media y por los expertos. Los consumidores se fían cada vez más del experto de Twitter, por así decirlo, que del actor famoso que apareció en el último taquillazo de Hollywood.
Y, a medida que las marcas iban comprendiendo esta nueva realidad, empezaron a intentar encontrar una vía para llegar a esos personajes y convertirlos en evangelistas de la marca. Las compañías han tenido que aprender un nuevo lenguaje, una nueva forma de hacer negocios y de contactar con ellos y han tenido que asumir que no todo en la red es gratis (muchos han tenido que descubrir que, para hacer publicidad, los influencers van a pedir un pago). La relación con los influencers no es además sencilla y simple, ya que las marcas han tenido que estar trabajando de forma casi individualizada con cada uno de ellos y han tenido que crear relaciones de valor de forma casi única con cada uno de ellos.
Pero ¿cambiará el modo de trabajar con los influencers a medida que se van haciendo más recurrentes y a medida que las compañías empiezan a integrarlas más y más en su estrategia en redes sociales?
Hay quienes piensan que sí. Como apuntan en un análisis en SocialTimes, si en 2016 se ha producido un progreso positivo en el crecimiento del marketing con influencers, en 2017 se producirá un cambio mucho más amplio en la posición que ocupan los anunciantes en este "combinado". Los anunciantes serán mucho más conscientes de la importancia de esta presencia constante en redes sociales y en los timelines de este tipo de personajes y, por tanto, se producirá una mayor demanda de este tipo de servicios y de este tipo de mensajes.
Y, dado que cada vez se está necesitando más este tipo de voces y es más necesario incorporarlas a la estrategia, las marcas, adelantan, cambiarán de posición. En 2017, las marcas y las agencias intentarán crear sus propias redes de influencers, es decir, intentarán crear sus propias armadas de voces positivas en redes sociales, de embajadores, para contar así con un elemento siempre disponible para lanzar sus mensajes y para hablar de sus productos de un modo positivo.
Las marcas no solo ganarán el tener a un grupo de personas dispuestas a hablar de la marca sino que además también podrán controlar en cierto modo el mensaje o, más que el mensaje, el flujo del mismo. Si ellos están a la cabeza de la red, serán capaces de activar campañas y de potenciar buzz sobre productos y servicios de un modo mucho más barato y mucho más eficiente.
¿Cómo hacerlo? Las compañías intentarán crear relaciones con ciertos consumidores echando mano de ciertos mecanismos, como el dar acceso antes a determinados productos o servicios o el permitir descubrir cosas de forma exclusiva, creando relaciones de valor con todos ellos y potenciando así lazos mucho más fuertes. Y, aunque pueda parecer un cambio abrumador, lo cierto es que ya existen marcas que juegan con estos elementos. Disney, por ejemplo, ya tiene un ejército de madres en redes sociales que hablan de su marca.