No cabe duda de que con la llegada de las nuevas herramientas que ha proporcionado el advenimiento de las nuevas tecnologías, el mundo del marketing y del comercio ha sufrido una evolución y una revolución.
Este cambio de paradigma en el sector ha venido propiciado, en gran parte, por la adopción que hemos hecho de las diferentes Redes Sociales, que han facilitado que sea el consumidor el que tome las riendas del nuevo marketing, un marketing interactivo en el que una marca que no hable de tú a tú con el consumidor tiene los días contados.
Las marcas han tenido que cambiar la manera de llegar a los clientes. Antes era suficiente con crear un producto de una calidad medianamente aceptable pero que tuviera a su alrededor una campaña de marketing y de publicidad extraordinaria, lo que implicaba una gran inversión de dinero, para tener éxito y aceptación por parte del público, que creía a pies juntillas a la campaña que se realizaba a través de los mass media, los grandes medios de comunicación tradicionales, pero ahora es diferente.
El consumidor ha sufrido también una evolución por la cual es parte indispensable del proceso de creación de marca, al ser no solo el target, sino quien decide si esa marca, ese producto, es de calidad o no. Ahora el prosumer quiere que la marca sea accesible para él, y si satisface sus necesidades, él mismo es quien viraliza el producto y habla de él, convirtiéndose en un elemento fundamental para el marketing de la empresa.
Todos conocemos marcas que no hacen demasiadas campañas de publicidad, como Apple, que, según un estudio, gasta la mitad de dinero en publicidad que sus rivales más directos y obtienen un rendimiento mayor. Según este estudio, la compañía dirigida por Tim Cook gastó el año pasado 933 millones de dólares en publicidad, lo que supone un porcentaje del 0,9 por ciento de sus ingresos totales, frente a los casi 1900 millones de dólares que gastaron competidores como Samsung o Google, que conforman más de un cinco por ciento de sus ingresos anuales.
Sin embargo son marcas como Apple las que utilizan la pasión de sus usuarios como herramienta de marketing. Gracias a la devoción de sus usuarios por la marca no necesitan gastar ingentes cantidades de dinero en publicidad, una devoción y una pasión que nace de la capacidad de la marca de crear una grandísima experiencia de usuario y vender, no solo sus productos, sino su propia marca, como una actitud vital, de que los usuarios vivan la marca día a día.
Esto es lo que convierte a usuarios en evangelizadores y leales seguidores.
Pero no solo funciona a nivel de nuestros seguidores, sino también para nuestra marca. Si creemos en nuestro producto y así lo demostramos en la viralización, también, de nuestros servicios y contenidos, además de poner un énfasis extremo en ser accesibles a nuestra comunidad, tendremos gran parte de nuestro objetivo cumplido, ya que lograremos crear un engagement con la audiencia.
¿Y tú, tienes pasión?