
El nombre y el logo de una empresa son 2 aspectos importantes que nos pueden ayudar a reforzar el reconocimiento de la marca y a conectar con nuestros clientes. Pero tengamos cuidado con las trampas del idioma.
Aunque que numerosos ejemplos nos recuerdan que lo realmente importante es la empresa que hay detrás y el marketing que se realiza para crear la imagen de la marca, si todo forma parte de un concepto bien pensado y coherente las cosas funcionarán mejor.
Ejemplos a los que ya no prestamos atención pero que a mí me sorprenden son "El corte inglés", que para mi gusto tiene un nombre, tipo de letra y colores corporativos nada atractivos. Lo mismo me pasa con la tipografía de "Telefónica". En ambos casos, si fueran utilizados por empresas desconocidas pensaríamos que son cutres a rabiar y que a dónde quieren ir con esos logotipos. El marketing hace milagros.
El objetivo es ser capaz de evocar en el cliente las sensaciones adecuadas que al final refuercen nuestras ventas. Para esto existen diversas técnicas que nos pueden ayudar y que con frecuencia implican la utilización de conceptos, palabras, imágenes que representen y reflejen los valores y servicios ofrecemos a nuestros clientes. En este proceso hay que ser muy cuidadoso para eliminar aquellas soluciones que pueden tener significados peyorativos, distintos a los deseados o incluso improcedentes, que pueden aparecer al considerar las palabras o imágenes utilizadas en distintos entornos, culturas, o idiomas. Un nombre que no me deja de sorprender es "axesor", pagina a la que da cierto reparo acceder en la oficina, o el conocido 4x4 "pajero".
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