Continua Leyendo...
Por Redacción - 14 Mayo 2015
La comunicación 2.0 ha revolucionado el panorama en el que las marcas captan a sus potenciales clientes. Un cambio en el que las redes sociales y los contenidos en vídeo juegan un rol protagónico, aupados por los dispositivos móviles. Es por ello que muchos expertos sostienen que nos encontramos ante el inicio de una nueva era en torno a la información y entretenimiento, donde el medio hegemónico por antonomasia, la televisión, cada vez está más próximo a fusionarse con las nuevas plataformas sociales.
Si no puedes con el enemigo, únete a él. Así reza un popular refrán y lo cierto es que los directivos de las televisiones están tomando nota de él, a tenor del auge que está experimentando la televisión social en los últimos meses. Una combinación que puede resultar muy interesante para los anunciantes si las televisiones optan por la distribución de su programación, de manera serial o episódica, a través de las redes sociales.
En este nuevo panorama, redes sociales basadas en el microblogging, como Twitter, están llamadas a liderar el cambio. El mismo ya está más cerca si atendemos a los cambios experimentados por esta compañía en las últimas semanas, apostando tanto por el vídeo digital nativo como por los contenidos tradicionales a través de Periscope. Una apuesta que muchos vaticinan de ganadora, la cual tiene visos de revolucionar el panorama de entretenimiento e información. Para bien.
De hecho, la esencia misma de la red social del pajarito azul -basada en la instantaneidad, y la conversación con conocidos y extraños, en lo público y lo vivo- ha dado lugar al establecimiento de una nueva televisión, la cual es a la vez productora de contenidos pero también consumidora de las opiniones de la audiencia. Un giro que se caracteriza por el impacto que esta red social genera en los programas de televisión.
El poder de Twitter es alargado
En esta línea, la red social de los 140 caracteres se caracteriza por generar una experiencia rica e interactiva entre los usuarios. Así, los más inteligentes y apasionados, los consumidores más comprometidos con la televisión se reúnen en Twitter para disfrutar de sus programas favoritos, comentándolos como si fuese lo último que van a hacer en su vida. Estos espectadores, a su vez, se han constituido como usuarios influyentes de la red social, cuyas opiniones repercuten sobre otros seguidores de Twitter, de modo que la televisión se ve doblemente afectada por esta plataforma.
Estas narraciones transmedia, no obstante, sugieren algo que va más allá del fin de la televisión tal y como hoy la conocemos. Es el inicio de la televisión social, donde las marcas y los anunciantes obtienen altas cuotas de rentabilidad gracias a las ventajas que las redes sociales les ofrecen, especialmente gracias al vídeo como formato a través del cual difundir sus contenidos y a través de los dispositivos móviles como soporte en el que ver los mismos.
Las ventajas para los anunciantes
De este modo, la televisión social se constituye como una ventana para las marcas, pues hilvana lo bueno de las plataformas sociales, la concentración en ella de los usuarios y la distribución de contenidos a través de vídeos episódicos. Es la continuidad de la televisión sin restricciones a la que estamos acostumbrados pero añadiéndole la posibilidad de hacer uso de los contenidos a la carta, en el lugar en el que se quieran consumir y en el momento que a los usuarios mejor les convenga.
De igual manera, la flexibilidad del formato permite a los anunciantes contar con total libertad a la hora de experimentar con los bloques de publicidad, ya que la producción de programación de vídeo digital podrá reemplazar los bloques de vídeos pre-roll existentes, haciendo las delicias de la audiencia.
Además, también se aseguran la continuidad de los usuarios a través de Twitter, pues esta compañía ya ha analizado la recepción de la publicidad en vídeo y sus resultados son más que halagüeños para las empresas. Así, los tuiteros tenían un promedio de recuerdo y memoria de los anuncios de más de 13 puntos por delante de las posibilidades que ofrecen los anuncios en televisión.
Finalmente, los "espectadores sociales" demostraron ser un 13% más propensos a discutir espectáculos a través de las redes sociales que mediante otras plataformas. Una muestra de que la unión de Twitter y la televisión no solo es posible sino que vaticina una victoria impecable para los anunciantes.
