Por Redacción - 9 Febrero 2012
Puede que para algunos la "Lista Robinson" pueda sonarles a título de película e incluso al de un libro propio de aventuras o historias de piratas. Sin embargo, para aclarar a quienes todavía desconocen de su existencia, explicaré que se trata básicamente de un servicio de exclusión publicitaria a disposición de los consumidores que tiene como objetivo disminuir la publicidad que éstos reciben.
Las Listas Robinson son listas de personas que no desean recibir publicidad no solicitada a través de diferentes medios como el Correo tradicional, correo electrónico, SMS, Teléfono y Fax. En países como España, la Asociación Española de la Economía Digital (adigital) gestiona una lista Robinson que no depende de la Agencia Española de Protección de Datos.
Entendido todo esto, muchos podrán o se habrán preguntado ¿Son las Listas Robinsons realmente eficaces?
Inscribirse en la Lista Robinson sirve teóricamente para evitar recibir publicidad no deseada de entidades o empresas con las que no se mantenga o no haya mantenido algún tipo de relación ya sea a nivel personal o como cliente. Sin embargo, más allá de todo ello, para muchos, este tipo de listas no consigue cumplir ni mucho menos su objetivo principal, sobre todo por la sencilla razón de que a pesar de la existencia de Ley Orgánica de Protección de Datos, esta no parece una ley ineludible que obligue a respetarla por parte de muchas empresas. Otros muchos consideran o tildan a las Listas Robinsons directamente de fracaso o de remedio ineficaz ¿Por qué?
En enero del pasado año 2011, las operadoras sugirieron darse de alta en la Lista Robison para evitar las llamadas comerciales y el correo electrónico no deseado. Sin embargo también era conocido que este tipo de listas con los datos personales de miles de usuarios podían comprarse por tan sólo 150 euros de forma legal. ¿Tentador no?
"Cómo librarse del spam telefónico", "Hay métodos sencillos y gratuitos para terminar con las llamadas publicitarias no deseadas", "Una de las fórmulas que da mejores resultados". Muchos artículos en diferentes medios destacaban las ventajas de este tipo de listas, aunque también existían los que de forma más crítica manifestaban su desconfianza.
A través del sitio web Bandaancha, se ponía a prueba este servicio llegando a interesantes conclusiones.
Darse de alta en la Lista Robinson facilita a los usuarios evitar recibir llamadas a horas intempestivas de una manera bastante efectiva. Mediante denuncia al cuerpo de delitos informáticos de la Guardia Civil es muy sencillo averiguar el origen de la empresa que llama y perseguirlos legalmente por incumplir las leyes de protección de datos.
Sin embargo, también destacaba el hecho de que Darse de alta en la Lista Robinson facilita a los spammers obtener direcciones de correo electrónico reales a las que mandar publicidad no deseada. ¿Peor el remedio que la enfermedad?
La propia web que la propia Asociación Española de la Economía Digital puso en marcha en el año 2009 para poner en funcionamiento este servicio aclara que "las entidades o empresas que utilizan este servicio se comprometen a no enviarle publicidad a través de los diferentes medios de comunicación", pero ¿Son todas las empresas? ¿Cuales están realmente comprometidas? o por el echo de ser cliente ¿Debe convertirse que las empresas nos acosen de forma constante?
Malas prácticas
Existen infinidad de casos donde los consumidores denuncian de forma reiterada la forma agresiva con la que actúan ciertas compañías. Mensajes, sms, llamadas comerciales o reiterativas a través del móvil a cualquier hora del día, ofertas de la competencia que demuestran que nuestros datos han dejado de ser confidenciales o privados, etc...
Un ejemplo de ello ya pudimos conocerlo a través de un interesante artículo titulado "1444 de Vodafone: Como cabrear a los clientes y joder la reputación de una marca". Un claro ejemplo de una práctica bastante extendido a la que muchos consumidores califican como de auténtico acoso, sobre todo practicado entre empresas y operadoras de telefonía, que casualmente son aquellas que mayor número de quejas y reclamaciones de consumidores acumulan cada año.
Consumidores indefensos y empresas que evaden respuesta
Ante este tipo de casos que suponen todo un quebradero para el consumidor cuyas denuncian en muchos casos ni siquiera pueden ser resueltas por la propia Oficina del Consumidor, la Lista Robinson puede ser la primera opción para comenzar a atajar el problema. Aun así, existen testimonios de consumidores que tras su inscripción, han seguido recibiendo todo tipo de llamadas, y que tras pedir información a su compañía u operadora móvil les ha sido imposible contactar con un departamento o responsable que fuera capaz de atender o solucionar este "tipo de acoso".
Agencia Española de Protección de Datos
La Asociación General de Consumidores, ASGECO nos arroja algo de información en este sentido. Si el consumidor quiere ejercer su derecho, deberá dejar constancia cuando se le llame de que no quiere volver a recibir publicidad telefónica de esa compañía. Si una vez que se ha dejado constancia la empresa volviera a llamarle, esta podría ser sancionada con multas de hasta 600.000 euros. Si las llamadas continúan, los consumidores pueden reclamar directamente a la Agencia Española de Protección de Datos, que pone a disposición modelos de quejas en el "canal del ciudadano" de su sitio web.