Los profesionales de la comunicación han visto cómo en los últimos años las nuevas tecnologías han revolucionado su modo de trabajar. Esta nueva era ha traído consigo, no solo nuevas herramientas, sino un mayor acceso a la información, algo que ha propiciado cambios notables en cuanto al modo en que desempeñan su labor, y al resultado de su trabajo.
Las interminables horas frente al ordenador, siempre en el mismo rincón de la oficina ya no tienen una ubicación fija. Los terminales móviles permiten trabajar en cualquier momento y lugar. Donde quiera que vayas, te desplazas armado con tu portátil, que poco a poco vas desplazando por una tablet, y tu smartphone. Esto permite una mayor flexibilidad laboral, aunque también implica un mayor grado de disponibilidad. La conexión permanente supone en muchos casos una dedicación constante.
Incluso las labores informativas han evolucionado. Las nuevas tecnologías han propiciado una democratización de la información. Ahora cualquiera puede abrir un blog y utilizarlo como ventana al mundo, un lugar donde transmitir información, su opinión o vivencias en primera persona. Por no hablar de las redes sociales, que han acelerado vertiginosamente la transmisión de la información, provocando asimismo el nacimiento del periodismo ciudadano. Armados con un smartphone, todos podemos ser corresponsales de ese suceso del que estamos siendo testigos, o aportar nuestra visión personal sobre cualquier tema de interés, consiguiendo que nuestro mensaje llegue al instante a millones de personas en todo el mundo.
La información pierde relevancia a las pocas horas de ser emitida. Las noticias vuelan, se transmiten al minuto. Lo que ha sucedido por la mañana, puede que por la tarde ya esté obsoleto. De ahí la gran trascendencia de Twitter, un auténtico termómetro de la actualidad mundial.
La correspondencia ordinaria dejó paso al mail, que ahora convive con la mensajería instantánea, o las redes sociales. Las empresas utilizan estos canales para transmitir información sobre su empresa. El 65% de las compañías que se incluyen en el Fortune 500 tiene cuenta en Twitter. Las 10 principales marcas en Facebook cuentan con una media superior a los 4 millones de fans.
Las redes sociales son un medio de comunicación, promoción y difusión de contenido. Además de Facebook o Twitter, Pinterest se ha consolidado como la tercera red social más popular, capaz de generar el 40% de las compras sociales. El 62% de los adultos utiliza las redes sociales, una herramienta de marketing indispensable, según considera el 93% de los marketers.
Ya no es necesario desplazarse para mantener una reunión. Con una simple llamada de teléfono es posible solucionar un problema. Si es necesario un contacto más directo, la video conferencia proporcionará dicha conversación en tiempo real, entre interlocutores de cualquier parte del mundo, sin que ninguno de los interlocutores se mueva de su asiento. Únicamente es necesaria una conexión a internet.
Otro gran cambio originado ha sido el del tipo de información que se transmite a los usuarios. Si hasta ahora la comunicación de marca giraba en torno a la marca y su producto, ahora lo importante es aportar valor al cliente, satisfacer su necesidad de información. Las notas de prensa, esos escritos que alaban las bondades del producto, han dejado paso al contenido de calidad, pensado por y para los clientes. Se trata de un contenido donde la marca ha pasado a un segundo plano. Ahora las opiniones, consideraciones, estudios y recursos prácticos priman sobre las características del producto.
Los tradicionales medios de comunicación también pierden activos como canal publicitario. Las acciones en redes sociales son capaces de conseguir tráfico web (91%) y contactos interesados (78%). Además, han dado voz al cliente. Ahora es capaz de expresarse y contactar directamente con la marca, de un modo sencillo y rápido. Twitter se ha hecho compañero inseparable de la televisión, los espectadores disfrutan de sus programas favoritos mientras comentan lo que están viendo, o buscan más información sobre los productos que se anuncian. Todo un filón para las marcas que sepan adaptarse a las nuevas circunstancias.
El contenido audiovisual gana adeptos día a día. Anque la televisión continúa dominando este sector, el vídeo online va ganando terreno. Actualmente 290 millones de televidentes se sientan frente a la caja tonta y consumen cerca de 33 horas semanales. Por su parte, YouTube ya cuenta con 145 millones de usuarios, que le dedican 4 horas a la semana.
La clave para diferenciarse en este mundo hiperconectado e intoxicado reside en ofrecer contenido de calidad, con el fin de poder destacar y ser capaz de llamar la atención del público objetivo. Una labor que compete a los profesionales de la comunicación, quienes deben desplegar todas sus armas y buen hacer para mantenerse día a día en la cima.