Todos los días encontramos nuevas estrategias de negocio en el mundo online. Una de las más curiosas es la gamificación: incrementar las ventas a través de un sistema de compensación lúdico. El juego tiene unos valores que casan perfectamente con las necesidades de un negocio: enganchar al usuario, que luego comparte con sus contactos los éxitos conseguidos.
Este concepto, aunque reciente, ha sido aplicado desde siempre con canales tradicionales de fidelización en el mundo offline, todos conocemos las promociones de diarios, supermercados,... En ellas se entrega una cartilla, y con cada compra se van consiguiendo cupones para finalmente lograr un premio.
Esta estrategia supera todas las expectativas y va más allá en el mundo online. Aplicaciones móviles como Foursquare y la alta penetración de los smartphones han llevado la gamificación a un nuevo ámbito lleno de posibilidades, logrando cuotas de participación mucho más altas de lo esperado. Gracias a las nuevas herramientas el usuario se implica con sus propios éxitos, convirtiéndose en promotor digital de la marca, abriendo la posibilidad de generar engagement con los clientes a marcas poco consolidadas.
La evolución natural de la gamificación es integrarse en los canales de venta de ecommerce. Su aplicación abre infinitas posibilidades, aumentando las tasas de conversión, el número de transacciones, el valor del ticket medio,...
¿Cómo reaccionarían los usuarios si eBay integrara un sistema de recompensas por número de compras? Por el momento, portales de ecommerce como ASOS o vente-privee ya ofrecen códigos de descuento a nuevos usuarios. Sería fantástico dedicar estos recursos a una estrategia dual de captación-fidelización, aumentando así el número de transacciones por usuario.
Esta misma estrategia puede ser aplicada a diferentes actores en la cadena de ecommerce. Desde bonificación por elegir siempre un medio de pago habitual (VISA, Paypal,...) hasta, ¿por qué no?, envío express de productos a clientes habituales.
La gamificación hace que el usuario se sienta especial y que se implique con la marca como nunca antes lo había hecho, ¡es el primer paso para que el cliente viva una nueva experiencia de compra!