
Por Redacción - 6 Junio 2012
Para los profesionales que nos dedicamos al mundo del Social Media una de las peores cosas que pueden ocurrirnos como gestores de la comunidad de una marca es sufrir una crisis de reputación online.
Una crisis de reputación supone la pérdida de la confianza del cliente en nuestro producto o servicio que afecta de manera indeterminada, dependiendo de la situación, a nuestro Branding, es decir, a nuestra imagen de marca, que no es ni más ni menos que la forma en la que los demás usuarios y clientes, ya sean potenciales o reales, generan una percepción de la misma.
También puede causar, como sabemos, grandes pérdidas económicas, ya que el cliente deja de confiar en nosotros y en nuestro producto, ocasionando, además otros posibles daños colaterales.
Por este motivo las empresas suelen tener un Plan que recoge el protocolo de actuación en caso de que se produzca una situación de este tipo, dirigida a minimizar el impacto de la situación adversa lo máximo posible, aunque, como siempre se ha dicho, más vale prevenir que curar.
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