Por Redacción - 20 Agosto 2012
Los consumidores que se registran para recibir ofertas en su mail, acaban comprando; así lo hace saber la investigación llevada a cabo por Chadwick Martin Bailey (www.cmbinfo.com). Esta acción de compra tiene otro valor añadido: puede generar además nuevas compras. A tus clientes les gusta presumir de los productos que adquiere, sobretodo si estos han sido adquiridos mediante una oferta interesante. Debes saber cómo aprovechar este dato revelador; para ello crea acciones dirigidas a aumentar el número de tus suscriptores, como pueden ser descuentos especiales para los nuevos registros, sorteos o incluso regalos directos. También te servirá conocer, por ejemplo, que las mujeres se muestran especialmente sensibles a las sugerencias que reciben de su entorno más inmediato. Diseña promociones para productos cuyo comprador sea principalmente el público femenino. En las distancias cortas se ganan las mejores batallas En este apartado juega con ventaja el pequeño comercio frente a las grandes superficies. La proximidad y el trato cercano son un voto a favor para un tercio de los consumidores. Crea vínculos con tus clientes, recurre a las redes sociales como canales efectivos de comunicación, y, por supuesto, lanza puntualmente un boletín con ofertas nuevas y frescas cada día. Así podrás mantenerles informados y sorprender a tus contactos con interesantes promociones directamente en su buzón. Refuerza la acción de compartir tus newsletters, incluye un botón que lleve a tus destinatarios a ejecutar esta acción; más del doble de los usuarios prefiere compartir las ofertas vía mail antes que en sus redes sociales. La lealtad no se gana con la primera compra Según el 60% de los encuestados, una experiencia positiva no es sinónimo de fidelidad absoluta. El cliente necesita más motivos para confiar en la marca, recibir algún tipo de atención, sentir que de algún modo es importante para la empresa donde ha comprado. Qué mejor momento que la entrega del producto para volver a contactar con el cliente, agradecerle su compra y, por qué no, ofrecerle un trato de favor, traducido en alguna ventaja percibida por el usuario como tal. La realidad muestra que la gran mayoría de las empresas dejan pasar esta oportunidad de oro para conectar con el cliente. Se trata del momento más álgido, cuando es más propicio el acercamiento: el cliente ya ha comprado, acaba de disfrutar de su experiencia de compra y se encuentra satisfecho con la misma; hablará en favor de la empresa y está abierto a recibir con agrado esa propuesta interesante por parte de la empresa. Definitivamente, los usuarios buscan activamente y aprovechan las promociones; y posteriormente las recomiendan en su entorno. Principalmente gozan de mayor acogida las de las pequeñas empresas, quienes para ellos están más cerca; sienten que las tienen más a mano. ¿Realizas promociones para tu negocio? ¿en qué consisten?