Por Redacción - 30 Octubre 2012
La influencia, ese don que permite conseguir el favor de la audiencia a una persona, marca o entidad, hacer que comulgue con su mensaje, que comparta su modo de ver, e incluso que apoye sus actos y contribuya al aumento de su relevancia?
No es fácil de conseguir, pero tampoco es imposible; el Social Media puede contribuir a ello, con el apoyo de una estrategia que aúne las acciones en redes sociales junto con marketing de contenidos que recoja los siguientes aspectos: Diferenciarse o morir. La eterna lucha por la diferenciación, por destacar de la competencia, lleva a la imperiosa necesidad de aportar contenido propio, de calidad. Trabaja para posicionarte como referente en el sector. Cultiva tu reputación online, cuida todas tus intervenciones en los medios sociales, así como la repercusión de tus actos y la respuesta de tus seguidores y tu competencia. Muéstrate activo en redes sociales: publica a menudo contenido de calidad, participa en conversaciones, deja tu comentario en blogs, acepta las invitaciones de otros y escribe en su blog; hoy por ti, mañana por mí. Con el beneplácito del rey. El marketing de contenidos es el ingrediente principal para dotar de relevancia a una marca: Utiliza un formato creativo. Hay muchas formas de transmitir información, el contenido audiovisual goza de especial aceptación entre lo usuarios; por otra parte, existen técnicas innovadoras para aplicar en la redacción de textos que permiten conseguir auténticas perlas, como por ejemplo el storytelling. Aplica un componente de diversión y entretenimiento¿quién dijo que la información era aburrida? Busca la interacción, fomenta la participación del interlocutor, bien para terminar de construir la historia, o para que se adueñe de ella y la haga propia, como es el caso de las múltiples aplicaciones móviles con las que interactuamos a menudo. Seguro que todos hemos tomado parte en algún juego de Facebook. Este tipo de actividades además invitan a compartir y animan a los usuarios a recomendarlo a sus amigos, extendiendo consigo la influencia de la marca. Muestra tu lado más humano, fomenta el engagement entre semejantes, que los usuarios comprueben que hay alguien detrás de la marca, con sentimientos y aficiones, con quien pueden tener mucho en común. Practica la identificación con el personal de la empresa, haz que se den a conocer y destaquen los aspectos más característicos de su persona, o de su puesto, que cuenten anécdotas de la empresa... Intégrate en el entorno. Si centras tu actividad en un ámbito local, no dejes pasar la oportunidad de hacer comentarios acerca del tiempo, sobre algún hecho cultural o histórico representativo, o las fechas señaladas. Despertarás su espíritu de identificación, aportando a la marca ese valor de cercanía que se atribuye al entorno local. Una respuesta vale más que mil ofertas. La atención al cliente es un eje fundamental a la hora de conseguir y mantener la fidelidad de un cliente. La marca debe hacer acto de presencia siempre que se le requiera; asumir sus responsabilidades y afrontar las consecuencias de sus actos erróneos. Que hablen de ti, pero para bien. Consigue el mejor respaldo, gánate la confianza de los influencers, quienes, si realmente lo mereces, obrarán en tu favor. Descubre a los brand advocates, los verdaderos ángeles de la influencia; esos seres que, sin esperar nada a cambio, defienden el buen nombre de tu marca a capa y espada. Son especialmente activos en redes sociales, conocen tu trayectoria y les has enamorado, por lo que no dudan en promulgar su amor a diestro y siniestro; si sabes cuidarles no te abandonarán nunca.