Por Redacción - 6 Noviembre 2012
La información que aportan nuestros semejantes es nuestra principal fuente de confianza. Tenemos en cuenta sobre todas las cosas los comentarios y sugerencias que desinteresadamente nos brindan esas personas de carne y hueso, como tú y como yo, que han experimentado en primera persona con la marca, quienes han probado el producto y han decidido dar a conocer públicamente sus experiencias e impresiones. Su opinión vale más que mil anuncios y promesas que no es posible saber si se van a cumplir. El 70% de los consumidores a nivel mundial confía en los comentarios online; por su parte, únicamente el 47% da credibilidad a la publicidad convencional; según datos ofrecidos por Nielsen, recogidos en su Informe global sobre confianza en publicidad, donde han participado más de 28.000 encuestados online, distribuidos en 56 países. A raíz de este estudio, también hemos podido saber que el grado de credibilidad en los comentarios online ha aumentado un 15% en los últimos cuatro años; cada vez los medios sociales dan una mayor muestra de seriedad y profesionalidad, por lo que animan a los usuarios a participar y, por ende, su contenido resulta más creíble. Esta tendencia ha ido en detrimento de los medios tradicionales, lo que ha provocado que desde 2009 la televisión haya perdido un 24% de relevancia para los consumidores, los periódicos un 20% y las revistas un 25%. Sin lugar a dudas, las aportaciones que más peso tienen son las de nuestro entorno más cercano, el 92% sigue a pies juntillas los consejos sus familiares y amigos, lo que ha supuesto además un aumento del 18% desde 2007. A la vista está, tenemos muy en cuenta la opinión de nuestros semejantes, que nos influye a la hora de probar un producto. Según datos ofrecidos por Booz & Company, en 2015 se espera que el comercio social aporte un beneficio de 30 billones de dólares. Las empresas tienen que cultivar dichos comentarios positivos en favor de su marca. El primer paso es cuidar la reputación online, vigilar de cerca las opiniones y comentarios que se vierten en internet sobre la marca y contar con una estrategia adecuada en redes sociales, que aporte contenido de calidad, con el fin de conseguir el beneplácito de los usuarios y mitigar el efecto de los posibles resultados negativos. Es importante animar a los clientes satisfechos a compartir su experiencia, y trabajar para reforzar dichos valores positivos. ¿Confían los clientes en tu marca? ¿Cómo consigues que te recomienden?