En un mundo global como el que nos ha tocado vivir tanto a los consumidores como a las empresas, el arte de saber vender y de saber comprar se ha ido perfeccionando con el paso de los años, y a través del tan socorrido ensayo-error hemos ido aprendiendo sobre la marcha qué es lo que nos conviene o qué tenemos realmente que ofrecer a nuestro público objetivo y lo que resulta aún más importante; el cómo.
A través del cómo encontramos las dos variantes que mueven el éxito de las campañas en el marketing tradicional y que por ende lo hacen también en el marketing digital y el mundo de las redes sociales, la eficacia y la eficiencia.
En términos de marketing, y atendiendo a palabras de expertos como Philip Kotler, eficacia se entiende como el valor que se le da a la consecución total de los objetivos en el tiempo acordado. Mientras que por eficiencia entendemos que se realizan todas las tareas para la consecución de los objetivos de la campaña con la cantidad de recursos asignados previamente. Puede que se consigan los objetivos con menos recursos o que se necesiten más de los previstos, en estos casos hablaríamos de ineficiencia.
Ahora, centrándonos en nuestro mundo, el marketing digital y las redes sociales y conociendo un poco más los términos podemos plantear la eficacia y la eficiencia de la siguiente manera:
Eficacia
Eficiencia
Por ejemplo una empresa quiere lanzar un nuevo producto, en su campaña lograrán ser eficaces si establecen unos objetivos claros de campaña, con un tiempo acordado para cada acción y unos obetivos de ROI realistas. Mientras que la eficiencia en este caso sería saber qué canales utilizar para llegar a nuestro target (página web, página de facebook, blogs, creación de contenido, twitter…)
Teniendo la línea de actuación clara se nos plantean varias preguntas siendo la madre de todas ellas ¿qué es mejor ser eficaz o eficiente en el marketing digital?
La compañía que quiera introducirse en el mundo on line ha de tener muy en cuenta qué es lo que quiere para ser eficaz, es decir, unos objetivos claros. Además ha de tener un plan de actuación y desarrollar un timing de acciones, y por supuesto tener claros unos objetivos de ROI, como pueden ser las 4R’s; Reach (Alcance de la campaña), Resonancia (Impacto de la marca), Reacción (Impacto final, intención de compra, etc.) y Recomendación.
La eficiencia en el marketing 2.0, entendida como la presencia o utilización de distintos canales de comunicación web, ya sean páginas o redes sociales no ha de ser ni total ni parcial, ha de ser PENSADA. La empresa se puede beneficiar mucho de ello, distanciándose de su competencia y adquiriendo un nivel superior para el consumidor.
Hemos de saber dónde se encuentra nuestro target en cada momento en Internet para saber cómo hablarle e incentivarlo hasta convertirlo en un lead e introducirnos en su short list de marcas para después permanecer allí.
Al final, hemos de conseguir ser eficaces a la par que eficientes, porque siendo más o menos eficaz o más o menos eficiente a la larga nuestras campañas lo notarán. Pero siendo tenaces y creativos se pueden conseguir grandes cosas.