Parece que todos los libros de marketing, blogs y estudios hablan de la forma en que deberíamos utilizar el Storytelling como una técnica de marketing.
No podría estar más de acuerdo. Por desgracia, creo que la mayoría de los intentos se quedan cortos.
Los vendedores creen claramente que la narración es un componente esencial en los esfuerzos del marketing. Según la encuesta Tendencias 2012 llevado a cabo por Holger Schulze para Optify, el 81% de los encuestados afirma que la narración atractiva y convincente es uno de los tres aspectos más importantes en la comercialización de contenidos.
Por lo tanto, no hay argumento que diga que la narración es fundamental para el éxito de comunicación de una empresa. La pregunta es ¿por qué tantas empresas lo están haciendo mal y no experimentan con otro tipo de narraciones?
Las historias no evocan una emoción: No hay una historia memorable que no se base en las emociones. Para algunas empresas, especialmente en el sector B2B, es difícil imaginar qué emociones pueden desencadenar sus productos o servicios. Eso es porque los vendedores se quedan en el nivel de las funciones de ventas, sin ahondar en los beneficios que se encuentran debajo.
Si usted cava lo suficientemente hondo, encontrará las emociones detrás de sus historias. Asegúrese de exponerlas en su narración para que su audiencia pueda relacionarse y empatizar con la gente en la historia.
Las historias no utilizan los datos para dar credibilidad: Los datos se pueden utilizar en una amplia variedad de maneras para contar su historia. Piense en información visual como una infografía o dejar que estos datos sugieran un nuevo ángulo o perspectiva para usted y para su público.
La historia no nos lleva a un viaje: En la versión de la comercialización de la narración, a menudo se toman atajos para llegar a la gran revelación. Cada historia es, en esencia, un viaje que narra el problema, la lucha para resolver el problema y cómo las cosas están mejor una vez se resuelva el problema.
Los resultados también están envueltos en algo más que los resultados tangibles. Cuando la historia es rica en detalles también aprendemos más sobre los resultados intangibles y el valor final de la entrega de la solución correcta.
La historia no incluye un paso siguiente / llamada a la acción: Aquí es donde la mayoría de los vendedores realmente pierden el tren. Una historia bien elaborada que implique al espectador, le ayuda a conectar con el protagonista y sentir su dolor. El cliente potencial experimenta los altibajos en la historia y al haber un final feliz hace que tenga ganas de participar en ese tipo de resultado.
Así que la versión de la comercialización de la narración es, con demasiada frecuencia, una gran tomadura de pelo. Se lleva al lector al límite, se consigue que tenga hambre de lo que se está vendiendo, pero no se les da un paso claro y definido para que tengan el producto.
Si no se incluye esto como una parte de la narración, se pierde la gracia de contar la historia. Usted está tratando de ayudar a alguien a decidir si su empresa/producto tiene la respuesta a su problema. Una vez que le demuestra al potencial cliente que lo que le ofrece es la mejor opción, asegúrese de que le da la oportunidad de decirle que sí.