Cuesta mucho tiempo construir una buena reputación corporativa, y sin embargo, es suficiente con 5 minutos para perderla. En plena era digital, las empresas tienen serios problemas para desenvolverse con soltura en los canales sociales. Su importancia como canal de atención al cliente y gestión de una adecuada reputación online es crucial. Estos nuevos medios demandan además una planificación estratégica adecuada donde es imprescindible tener un conocimiento de cada uno de los entornos y plataformas donde operemos.
Por tanto, las empresas han de incluir acciones de marketing online y redes sociales dentro de su partida presupuestaria. Pero ¿cuáles son los aspectos en los que más debemos incidir?
Procurar una adecuada gestión de las comunidades y redes sociales. Las empresas han de mantener debidamente actualizados sus perfiles sociales, nutriéndolos de contenido de calidad y contando con una estrategia que les permita responder en tiempo y forma las interacciones de sus usuarios.
Disponer de una web acorde a los nuevos tiempos y nuevas necesidades. La tecnología ha avanzado mucho, la web 2.0 es una realidad, por tanto, el portal corporativo de antaño ya ha quedado obsoleto. Los usuarios necesitan interactuar con el contenido, compartirlo, comentarlo e incluso hacer sus propias aportaciones. Esto solo será posible si la empresa cuenta con un site adaptado a estas necesidades, con nuevas funcionalidades y opciones para los clientes.
Monitorización y vigilancia de la reputación online. El buen nombre de la marca se puede ver en entredicho en cualquier momento. Este tipo de contratiempos no tiene por qué concentrarse en alguno de los perfiles corporativos, sino que puede tener cabida en el perfil social del cliente, de otra empresa, un blog o foro del sector. Algo que implica un esfuerzo por parte de la empresa a la hora de rastrear el panorama social y detectar este tipo de acciones, con el fin de actuar debidamente y paliar sus consecuencias. Por tanto, es necesario contar con recursos y personal suficiente en este área.
Trabajar la geolocalización. Los usuarios cada vez demandan más información a pie de calle, buscando el servicio que necesitan en su entorno más inmediato. Para ello, sería recomendable registrar el perfil de la empresa en Foursquare o Yelp, trabajar su ficha de Google Places o crear acciones dirigidas a su entorno local.
Mejorar la experiencia de usuario en los smartphones. Más de la mitad de las búsquedas locales ya se realizan a través de los dispositivos móviles; una demanda que no hará más que crecer en los próximos años. Google, registra actualmente más de 100 mil millones de búsquedas mensuales. Por tanto, la empresa debe optimizar su estrategia en este sentido, utilizando las herramientas a su alcance, además de contar con un sitio optimizado para móviles.
Desarrollar acciones para fomentar el engagement y la interacción. Además de contar con un site optimizado, tener configurados los perfiles sociales y monitorizar la conversación social, la marca ha de tener iniciativas que muevan a su público objetivo. La creación de contenido de calidad, la puesta en marcha de concursos donde los usuarios deban participar activamente, creando contenido e interactuando posteriormente. Se trata de dinamizar la comunidad, de mover a la acción y hacer que los usuarios respondan. Lejos de centrarnos en las campañas push, apostar por el marketing de atracción y la creatividad para no dejar a nadie indiferente.
¿Te desenvuelves bien en el entorno 2.0 o el marketing digital es una asignatura pendiente?