En un mundo cada vez más digital, la clave se encuentra en tener un comportamiento lo más humano posible: sin molestar ni perseguir, show up,
conquista, y llévate a tu público.
Cada vez que buscamos algo relacionado con el marketing o la publicidad, con los videos virales o las aplicaciones SOMOLO, nos encontramos con
numerosos estudios y opiniones que intentan entender y aprovecharse de la conducta del consumidor. Con el neuromarketing, no solamente queremos
entender ese comportamiento como también controlarlo de forma a que nuestras campañas tengan una efectividad elevada. Siempre queremos más, y ese más
nos lleva a buscar procesos complicados para obtener una respuesta simple.
Ya lo decía en su tiempo Woody Allen: 80% del éxito consiste en aparecer. Las marcas tienen que saber aparecer en la vida de sus
clientes actuales y potenciales sin molestarles. No hay nada peor que recibir emails que no nos despiertan interés, recibir llamadas de ofertas que no
nos interesan o tener mil notificaciones en rojo en cada aplicación que lo único que hacen es llenar la pantalla del teléfono de una manera incómoda y
nada atractiva.
Las empresas tienen que saber utilizar los medios de que disponen de forma a que logren acompañar a sus clientes de una forma discreta, constante y,
diría yo, casi subliminar. Tienen que lograr ser una parte esencial de la vida del usuario, esa página web que no se puede dejar de visualizar o esa
aplicación que uno no puede dejar de ver antes de dormir.
¿Pero como aparecer de una manera tan repetitiva sin provocar el "efecto rechazo" en mis clientes?
Primero, hay que saber que los medios sociales se complementan y que, dependiendo de nuestro negocio, cada uno puede desarrollar una cierta función. A
la hora de aparecer en la vida de un cliente, es importante que esa intervención cumpla con los siguientes requisitos o calidades:
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Necesidad: es vital que cuando publiquemos algo lo hagamos porque lo necesitamos, porque tenemos algo que contar y que ese algo lo
tenemos que transmitir al cliente lo antes posible. En caso contrario, el cliente se perderá una buena oportunidad no solamente de compra o de
descarga, pero de darse a conocer o de conocernos mejor
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Novedad: ya que vamos a comunicar algún tipo de información a nuestro publico, es clave que ese contenido sea nuevo, que no repita
la misma idea de la comunicación anterior y que transmita la sensación de que las cosas están en movimiento, que lo de hoy puede que ya no esté
disponible mañana y que se siguen desarrollando nuevos proyectos y líneas de trabajo
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Exclusividad: ya sea por medio de un correo, de promociones y descuentes elevados, o por fotos en Instagram, Facebook o Twitter,
etc., es esencial que el público se sienta exclusivo. Tienen que sentir que el pertenecer a ese grupo, seguir a esa marca, o mantener esa
suscripción les regala algo distinto que de otra forma no se podría obtener: tanto pueden ser, por ejemplo, fotos de un making off (o de un
backstage) que se suben a Instagram de manera informal y cercana, como el relato de cómo se están preparando las cosas para un gran evento por
medio de Twitter.
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Timing: todos los demás elementos perderán su efecto si no se comunican en el momento correcto. Ya sabemos que el mejor día para
enviar correos electrónicos es el martes, pero obviamente no podemos limitar todas nuestras acciones a un solo día de la semana. Es importante
tener un registro del día y de la hora a la que se hacen las acciones de promoción, de venta o de cualquier tipo. El saber cuándo nuestro equipo se
ha dirigido a nuestro público por la última vez evitará que pasemos por pesados, desesperados o intencionados. El "a que día y a que hora" depende
obviamente del negocio o aplicación de que se trate pero hay algunas reglas que seguir: nunca intervenir con el cliente más que una vez al día,si
él quiere saber más nos buscará a nosotros y no lo opuesto; por fin, las primerísimas horas de la mañana, de 15 a 17h y las horas después de cenar
suelen ser las más elegidas para consultar más detenidamente el teléfono o el computador.
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Simple y visual: cada vez más se destaca la importancia de la infografía, así que nuestras comunicaciones no pueden hacer caso
omiso de este dato y ser lo más concretas y visuales posible. 60% de lo que recordarán nuestros clientes será visual y si queremos que sigan
visualizando lo que tenemos para ofrecer tenemos cerca de 5 segundos para convencerles de que lo que están viendo les interesa y que perderán más
si se van o si dejan de prestar atención que si se quedan.
En conclusión, las empresas tienen que conseguir que el cliente las busque a ellas y no el opuesto; tienen que conseguir estar
presentes de una forma casi inconsciente en la mente del interesado de forma que cuando este tenga un momento libre lo primero que se le ocurra sea
abrir nuestra página web o nuestra aplicación. Que las notificaciones que tenga en el móvil o en el correo sean pocas pero esenciales - eses detalles,
eses recuerdos - que le van manteniendo enganchado al producto que tenemos. Ello se consigue con una comunicación novedosa, simple y visual, que el
cliente considerará como necesaria y que le ha llegado en el momento perfecto de conocerla y de hacerle sentir especial. De otra forma, pasará de ella
y habremos perdido nuestro tiempo en darnos a conocer.
Más fácil escrito que echo, sí. Pero por algún lado se empieza. Así que si no lo habéis hecho, empezad ya: show up, daros a conocer a vuestro público y
conquistadlo de la mejor manera. El momento de aparecer en la vida de nuestros clientes es ahora.