Por Redacción - 4 Diciembre 2013
Youtube ha sido uno de los fenómenos que durante la última década ha conseguido revolucionar internet. La llegada de los vídeos online cambiaron por completo muchos hábitos y tendencias de los usuarios de la red. Sobre todo a la hora de consumir contenidos e información. También han supuesto una revolución en la forma en que empresas, marcas y anunciantes buscan atrapar a las audiencias a través de todo tipo de experiencias que quedan patentes a través de estos formatos digitales. Sin embargo, el éxito de unos pocos no es ni mucho menos proporcional al fracaso o los intentos frustrados de otros cientos de miles. Y es que como ya recordábamos recientemente, a pesar del éxito de algunas marcas, la gran mayoría no han sabido sacarle partido a Youtube.
Los vídeos online se han convertido en un arma poderosa para las marcas y enel soporte ideal para trasladar los spots publicitarios tradicionales a la red, para dar testimonio de las experiencias virales de marca, para mostrar las prestaciones y cualidades de productos, para recoger lo acontecido durante determinados actos y eventos, para presentar a empresas y profesionales, etc... La formas de aprovechar los vídeos online son inmensas, pero aunque nos hayan vendido la promesa de que a través de los vídeos online vamos a salir triunfadores por la puerta grande, en la mayoría de las ocasiones, la realidad es bien distinta y millones de vídeos terminan en el olvido, sin pena ni gloria.
Los más profesionales saben sobradamente que la producción de un vídeo puede tener asociados unos costes mucho mayores que los que inicialmente podemos cuantificar. Su producción y post-producción también requieren de una mayor inversión de recursos y tiempo. Y el resultado de todo ello, puede ser determinante a la hora de aumentar las posibilidades de éxito. Todo ello claro está, sin olvidar el valor del propio contenido y contexto. Algo quizás mucho más importante que nos ha demostrado que a veces, lo improvisado, lo natural e incluso lo absurdo o lo "cutre", no son impedimento para hacer de determinados vídeos un auténtico viral. Sin embargo, no existe una fórmula secreta para lograrlo, ni nadie puede garantizar alcanzar este hito aun con todos los recursos a su alcance.
La moda de los virales y el auge de los videos online, han provocado que muchas empresas apuesten por el desarrollo de contenidos bajo este formato. A pesar de ello y al margen del fenómeno de los grandes virales, muchas empresas terminan por comprobar que sus esfuerzos no merecen la pena, o que sus vídeos no generan el impacto deseado. O peor aún, ni siquiera alcanzan un número de reproducciones que reflejen que el contenido está siendo compartido o visualizado.
Existen muchos aspectos por los cuales, muchas empresas fracasan con sus vídeos en Youtube. Evidentemente no todas pretenden hacer de sus vídeos grandes virales, pero al menos sí que esperan que sus contenidos impacten a su audiencia y público objetivo. De nada sirve montar un evento de marca y subir el vídeo a la red, si al final sus reproducciones quedan estancadas en unas pocas decenas. Este indicador nos está desvelando la realidad del fracaso que luego muchos intentan vender a los más ingenuos como todo un éxito o un auténtico taquillazo, cuando en realidad solo responde a dos circunstancias: A nadie le interesa o su difusión y promoción no están siendo lo suficientemente efectivas.
Esto quiere decir, que al fin y al cabo, los contenidos en vídeo, requieren mucho más que disponerse con cámara en mano a grabar cualquier momento y subirlo a la red. La calidad del contenido, la forma de presentarlo, su contexto, todos son aspectos que pueden influir en el éxito del mismo, pero si para ello no invertimos recursos y esfuerzos a la hora de desarrollar una clara estrategia para promocionarlo, compartirlo y socializarlo, la mayoría de los vídeos quedarán en el más absoluto de los olvidos.
Está claro que los contenidos en vídeos son cada vez más influyentes entre los consumidores. El 41% de los clientes está más dispuesto a compartir vídeos de productos, que cualquier otra tipo de contenido.El 60% del contenido audiovisual que visionan los consumidores es sobre productos y 3 de cada 5 clientes dedica al menos 2 minutos a ver estos vídeos que puede ayudar a generar una mayor confianza e influir en las decisiones de compra, como así lo afirman el 52% de los consumidores encuestados.
Estas son razones suficientes y de peso por las cuales, las marcas no puede ignorar su potencial, pero tampoco podemos caer en el engaño de que los vídeos se conviertan en otra panacea como solución a todos nuestros males y problemas, ni sean el recurso definitivo que puede funcionar por sí solo, sin utilizar en la fórmula otra serie de ingredientes igual o más necesarios incluso que el propio formato sobre el cual estamos trabajando.