Por Redacción - 25 Marzo 2014
El vídeo online continúa incrementando su popularidad dentro de la estrategia de contenidos de empresas y marcas. No en vano, las cifras demuestran una mayor efectividad a la hora de dar a conocer un producto y generar confianza en el cliente.
A diario, alrededor de 100 millones de internautas bucean en portales como YouTube en busca de vídeos online. Cisco estima que el próximo año, el 57% del tráfico registrado por estos usuarios sea en torno a su demanda de vídeo online. Prueba de ello es que el 70% de las búsquedas de Google ya ofrecen resultados de vídeo.
Asimismo, se trata del tipo de contenido más compartido en redes sociales como Facebook (Zuum). El 41% de los clientes está más dispuesto a compartir vídeos de productos que cualquier otro tipo de contenido (Invodo). Animoto indicaba este mes que el 89% de los usuarios comparte vídeos explicativos; un porcentaje muy próximo al 91% de los usuarios que comparten vídeos de temática emocional, o humorística (94%).
Su influencia en las decisiones de compra queda patente, según los resultados. El 96% afirma que los vídeos son útiles para ayudarle a tomar sus decisiones de compra (Animoto). El estudio de Online Publishers Association indica que el 80% de los internautas recuerda un vídeo sobre un producto visto en el último mes, el 46% de ellos toma algún tipo de decisión después de haberlo visto. Asimismo, el 73% de los adultos en Estados Unidos está más dispuesto a comprar un producto después de haber reproducido un vídeo explicativo sobre el mismo (Animoto).
Las predicciones más optimistas incluso apuntan que para el 2017, el 67% del tráfico web de los consumidores estará basado en vídeos, por lo que cada vez más marcas están invirtiendo en dar movimiento a sus contenidos a través de este tipo de soporte quese ha consolidado como nuevo baluarte del marketing de contenidos online.
Se trata de una herramienta para mejorar su experiencia como clientes que beneficia notablemente la percepción sobre la marca. Un 77% considera que las empresas que crean este tipo de contenido están más comprometidas con sus clientes. El 71% indica que estas empresas le generan una actitud favorable hacia ellas, mientras que un 58% confía más en las empresas que dedican parte de sus esfuerzos a generar este contenido.
De otra parte, la revolución del vídeo online ha contribuido a democratizar el acceso por parte de las pequeñas marcas. Lejos de las astronómicas tarifas de la televisión tradicional, y de los elevados costes de producción audiovisual, internet permite la creación y difusión de piezas de buena calidad, a precios asequibles.
Asimismo, internet ha derribado la estricta norma de los 20 segundos por spot, y la comunicación en base al impacto intrusivo, permitiendo desarrollar estrategias creativas, en beneficio de la experiencia del cliente, utilizando para ello un discurso totalmente nuevo e inesperado; todo ello gracias a la infinidad de posibilidades que presenta el medio online. Una práctica diametralmente opuesta al formato publicitario tradicional, que todavía muchas marcas se empeñan en utilizar.