Por Redacción - 8 Febrero 2023
El neuromarketing es una disciplina que combina la neurociencia con el marketing para entender mejor cómo el cerebro de los consumidores toma decisiones de compra y cómo las emociones, los impulsos y la percepción influyen en esas decisiones.
El neuromarketing utiliza técnicas de neurociencia, como la resonancia magnética funcional (fMRI), la electroencefalografía (EEG) y la medición de la pupila, para medir la actividad cerebral de los consumidores mientras ven anuncios, evalúan productos o interactúan con la marca. De este modo, gracias al neuromarketing las empresas y marcas pueden entender mejor cómo las personas procesan la información de sus estrategias y acciones de publicidad o marketing y qué aspectos de la experiencia de marca tienen un mayor impacto en la toma de decisiones. Con esta información, las empresas pueden mejorar su estrategia de marketing y ofrecer una experiencia más relevante y efectiva a los consumidores.
Según un estudio de Neuromarketing Science & Business Association, el 87% de los profesionales de marketing que están familiarizados con el neuromarketing han implementado alguna forma de neuromarketing en su estrategia de marketing. Además, según otro estudio, el 77% de los profesionales de marketing consideran que el neuromarketing es una herramienta útil para comprender mejor a los consumidores. Finalmente, el estudio también encontró que el 79% de los profesionales de marketing creen que el neuromarketing es una herramienta importante para mejorar el diseño de productos y servicios. Estos datos demuestran que el neuromarketing está ganando popularidad entre las empresas y marcas, y que está siendo utilizado como una herramienta útil para mejorar sus estrategias de marketing.
Gracias al uso del neuromarketing, podemos entender cómo las emociones juegan un papel importante en la toma de decisiones de compra. Se ha demostrado que las emociones positivas pueden ser más efectivas que los argumentos lógicos a la hora de influir en las decisiones de compra. Los profesionales del marketing utilizan esta información para crear anuncios y campañas publicitarias más efectivas. Por ejemplo, pueden utilizar colores, formas, imágenes y sonidos que generen emociones positivas y atraigan la atención de los consumidores.
Un ejemplo notable de una empresa que ha usado el neuromarketing para mejorar sus estrategias de marketing es Coca-Cola. La compañía usó el neuromarketing para estudiar las emociones de los consumidores en respuesta a sus anuncios de televisión. Su competidor directo, Pepsi también hizo lo propio compañía con el mismo objetivo. Otras marcas como Burgen King o Audi también han recurrido al neuromarketing para evaluar la reacción de los consumidores a su publicidad. También encontramos otros ejemplos como el de Frito Lay, una compañía que produce snacks y papas fritas, después de realizar estudios para determinar a quién estaba destinada su audiencia objetivo, decidió centrarse en la salud de las mujeres. Por su parte, Google también usó el neuromarketing para estudiar diferentes métodos de compromiso con los clientes. Todos estos ejemplos demuestran que el neuromarketing está ganando popularidad entre las empresas y marcas y se está convirtiendo en una herramienta útil para mejorar sus estrategias de marketing.
Los sentidos son muy importantes en el neuromarketing, ya que pueden afectar la percepción de los consumidores de manera significativa. Al utilizar estratégicamente los sentidos, los negocios pueden crear anuncios y campañas publicitarias más efectivas y atraer la atención de los consumidores.
La vista es uno de los sentidos más importantes en el neuromarketing, ya que puede influir en la percepción de los consumidores a través de la presentación visual de los productos o servicios. Por ejemplo, un anuncio con una presentación visual atractiva puede atraer más la atención de los consumidores y generar una percepción positiva. El aspecto visual también suele emplearse de forma habitual en la disposición de productos de tiendas y supermercados. La disposición de los productos en las estanterías puede afectar la percepción de los consumidores y influir en sus decisiones de compra. Por ejemplo, los supermercados pueden colocar los productos premium en las estanterías superiores para atraer la atención de los consumidores y generar una percepción de calidad.
En por ello que en el caso de los colores, su elección puede resultar determinante en la percepción de los consumidores. Por ejemplo, el rojo puede ser percibido como emocionante y vibrante, mientras que el verde puede ser percibido como relajante y tranquilo. Los supermercados suelen utilizar colores brillantes y vivos para los productos frescos y orgánicos, y colores más neutrales para los productos convencionales.
El oído es otro sentido importante en el neuromarketing, ya que la música y otros sonidos pueden generar emociones y afectar la percepción de los consumidores. Por ejemplo, la música con un ritmo rápido puede hacer que los consumidores se sientan más enérgicos y activos, mientras que la música suave puede hacerlos sentir más relajados. En este sentido, muchos comercios suelen usar música suave y relajante para generar una percepción de tranquilidad y comodidad, y música rápida y animada para generar una percepción de energía y emoción.
El olfato es otro sentido importante en el neuromarketing, ya que los olores pueden generar emociones y afectar la percepción de los consumidores. De hecho, la extensión de este sentido desembarga en otras técnicas popularmente conocidas como aromamarketing o marketing aromático, que utilizan los olores para afectar la percepción de los consumidores y influir en sus decisiones de compra. El objetivo del aromamarketing es crear asociaciones positivas entre los productos y los olores, generando emociones y sensaciones en los consumidores que los hagan sentir más atraídos por los productos. Por ejemplo, un producto con un aroma agradable puede generar una percepción positiva y atractiva para los consumidores. En los supermercados suelen usar fragancias agradables para los productos frescos, como frutas y verduras, para generar una percepción positiva de frescura y calidad.
