Por Redacción - 13 Enero 2023
Uno de los perfiles más buscados por las empresas es el de los data analysts. Lo cierto es que su gancho se aplica a muchas áreas de negocio y, por eso, son muchos los departamentos que compiten por hacerse con este talento, el de marketing incluido. Los data analysts son quienes convierten los datos en algo de valor para la compañía, porque son capaces de encontrar sus secretos y sus claves.
Pero ¿qué es lo que convierte a los analistas de datos en más eficientes y efectivos? ¿Cuál es el secreto para comprender mucho mejor a los consumidores y encontrar sus puntos clave? Según un reciente estudio sería la poesía. Si se espera encontrar el Santo Grial del marketing, quizás habrá que abrir un libro de poesía.
Pueden parecer unas conclusiones sorprendentes pero son, en realidad, lo que apuntan un grupo de investigadores en un texto que se acaba de publicar en el Journal of Marketing Management y que ahora recoge Phys. Los investigadores, de la Universidad de Birmingham y de la Kedge Business School, querían determinar qué podía ayudar a los marketeros —y más en concreto a los data analysts— a ver el mundo con menos sesgos y a enfrentarse a los datos con una visión mucho más limpia, que los llevase en más direcciones y que aumentase sus capacidades.
Lo que descubrieron es que lo que funciona es lo que han llamado “meditación poética”, porque aumenta la capacidad de detectar insights que se salen de los esperado y de trabajar con las incertidumbres y la transformación.
Puede parecer una simple curiosidad, pero no lo es: con este estado mental, los analistas también son capaces de seguir mejor los cambios en las prácticas culturales. Por ejemplo, les ayudó a descubrir características del mercado que se les estaban pasando por alto o entornos de consumo; es decir, lleva a ir más allá de simplemente seguir con las mismas categorías y teorías que se han estado usando siempre.
“La poesía ofrece a los investigadores cualitativos una herramienta útil para reconfigurar su entorno y arrojar una nueva luz en los datos con los que están trabajando”, asegura Pilar Rojas-Gaviria, de la Universidad de Birmingham y una de las responsables del estudio. Los investigadores apuestan por una mezcla entre prácticas mindfulness y poética. Sus pruebas prácticas partieron exponiendo a los analistas a dos meditaciones poéticas guiadas sobre los colores verde y rojo que fueron seguidas por un “viaje intelectual” por la poesía y la filosofía. Tras ello, dejaban tiempo para meditar.
Lo cierto es que, como recuerdan los investigadores, esta no es la primera vez que se apunta que la poesía puede tener mucho valor en marketing. Las investigaciones han demostrado ya que tiene un elevado potencial en el trabajo en branding.
Y no hay que olvidar que, en los últimos años, han emergido nuevos puestos conectados con lo literario entre las empresas. Por ejemplo, es lo que ocurre con el chief storytelling officer, un experto en contar historias que crea la narrativa de la marca. También, ya desde el arranque del boom de la inteligencia artificial se insistía en la importancia que poetas y novelistas tendrían a la hora de hacer que funcionase mejor.