Por Redacción - 23 Marzo 2022
La privacidad se ha convertido en uno de los caballos de batalla más importantes de las compañías en internet y los grandes escándalos protagonizados por las redes sociales han hecho que la cuestión se convierta en un tema recurrente en medios. Los consumidores se muestran cada vez más preocupados por la información y parecen más conscientes de ella y de sus potenciales problemas.
Pero ¿lo son realmente? ¿Están de verdad obsesionados con su privacidad online? ¿O es la realidad mucho más compleja que eso? Al fin y al cabo, obsesionarse con la privacidad implicaría dejar de usar muchos servicios online, algo que los consumidores no parecen dispuestos a aceptar. Los escándalos de privacidad de las redes sociales no fueron seguidos por un cierre masivo de cuentas.
Puede sorprender, pero las últimas estadísticas no hablan de miedo a dar datos. Más bien, apuntan hacia todo lo contrario.
Según el estudio Global Data Privacy: What the Consumer Really Thinks, elaborado por la Global Data & Marketing Alliance en colaboración Acxiom y el DMA británico, en general, los consumidores en todo el mundo se sienten cada vez más cómodos compartiendo información con las marcas. Como señalan las conclusiones del estudio, y recoge Warc, ven valor en este tipo de acciones.
¿Qué es exactamente lo que ha descubierto el análisis?
El 53% de los encuestados asegura que ya reconoce que intercambiar información personal se ha convertido en algo esencial para que la sociedad actual funcione. Esto es, están convencidos de que dar datos es indispensable para que las cosas fluyan. La cifra es superior si lo que se pregunta es si darían datos: un 82% está preparado para formar parte durante este año de la "data economy".
Estos datos no vienen tan marcados por un comprender la nueva economía como por un definitivo pragmatismo. El 47% de los consumidores encuestados - prácticamente la mayoría - son lo que el estudio define como pragmáticos de los datos. No tienen ningún problema en dar su información, siempre que esto se convierta en algo que tenga un valor para ellos. Es decir, comparten sus datos personales porque hacerlo les resulta útil.
Este porcentaje de consumidores es más algo que los fundamentalistas de los datos, un 21% (y menos que el 23% de un estudio anterior), que no están dispuestos a compartir ninguna información. Los pragmáticos también superan a los despreocupados de los datos (un 31%, cuando eran un 26% antes), consumidores a los que les preocupa poco o nada su privacidad.
De hecho, de este último perfil se podrían encontrar ecos en otros estudios. Uno reciente de NordVPN concluye que solo un 2% de los internautas españoles no acepta nunca las cookies. Un 60% las acepta siempre, sin plantearse la seguridad de la página en la que está entrando o para qué se van a emplear.
"Los españoles deben ser bastante más conscientes de esa pestaña emergente que les pregunta con insistencia si quieren ¿Aceptar todas las cookies? al visitar cada web", alertaba en la presentación de resultados del estudio Daniel Markuson, de NordVPN. Un 68% de los encuestados asumía que las cookies iban a recopilar información para ofrecerles anuncios dirigidos. La mayoría no desconfía ante un potencial uso peligroso de las cookies.