Por Redacción - 27 Diciembre 2022
A prácticamente una semana de que cambiemos de año, ¿qué es lo que los consumidores esperan del período que se avecina y qué será lo que determine sus patrones de consumo y sus obsesiones? Los marketeros están en pleno sprint final para entender qué les interesará y qué les llevará a abrir la cartera, para centrar sus estrategias de ese futuro ya inmediato en un caballo ganador.
Las proyecciones de consumo han sido ya muchas —como suele suceder en los cierres de año— y una de las últimas se ha centrado en las obsesiones de los consumidores. Según eMarketer, esto es lo que determinará el comportamiento de los consumidores durante 2023.
Las cifras de inflación siguen siendo altas a pesar de la mejora, alerta el estudio —que usa aquí como baremo los datos del mercado estadounidense; en Europa, la situación varía según mercados y España es uno de en los que los analistas creen que ya se ha tocado techo—, pero eso no quita que los consumidores sigan mostrándose cautos. El 64% de los consumidores estadounidenses siguen pensando que los precios han crecido en los últimos seis meses y, aunque un estudio de la Universidad de Michigan apunta que la confianza del consumidor va mejorando, sigue en cifras mínimas.
Los consumidores siguen viéndose afectados por los vaivenes de precios y por la tensión que implican, por lo que sus patrones de consumo continuarán afectados. En 2023, se seguirá comprando con miedo inflacionario, buscando las mejores ofertas y los mejores precios.
En el mundo de los libros, TikTok es ya un reclamo: la industria no solo se beneficia del efecto amplificador de esta red social sino que además también aparece en sus ventas en librerías. Insistir en que ese es el libro del que todo el mundo habla en TikTok ha empezado a ser cada vez más habitual. El mercado literario es un ejemplo, pero no es el único escenario en el que la red social funciona y funcionará como un prescriptor de ventas. Aunque, como recuerda el estudio, el principal uso que se le da a TikTok es el de entretenimiento, cada vez más consumidores lo emplean como espacio para descubrir productos e incluso acabar comprándolos. El nuevo escaparate que muestra lo que mola en el mundo.
Las marcas que tienen detrás a un famoso a un influencer seguirán manteniendo durante 2023 el extra que le supone ese nombre célebre, que ya les da la mitad del camino hecho en términos de publicidad. De hecho, que para las demás marcas sea todavía un serio problema el resolver cómo llegar a los consumidores con la publicidad tal y como la conocemos les saldrá muy a cuenta, recuerda eMarketer. Eso sí, el famoso no está exento de problemas, porque la reputación de la marca va unida a la de la celebridad.
Tras los elevados temores de 2020 y 2021, por razones obvias, el miedo al covid-19 se ha ido atemperando. En los países con un elevado porcentaje de vacunación, las vacunas han reducido los efectos de la pandemia. Pero incluso en aquellos que no tienen esas cifras, el agotamiento pandémico ha llevado a que el miedo al coronavirus decaiga.
Si en 2022 ya se fueron recuperando los datos de viajes o reservas de cenas, en 2023 la tendencia será clara. La vuelta a los hábitos pre-covid es ya incuestionable. Aun así, algunas de las cosas que la pandemia impulsó —como el ecommerce— no se irán. Se mantendrán integradas en esa nueva vida post pandemia.
Finalmente, no todas las tendencias funcionarán igual para todos los segmentos de la población. Por ejemplo, habrá una separación entre tendencias emergentes en consumo y nivel de ingresos. Los consumidores de más poder adquisitivo se centrarán en consumir productos de salud y wellness durante 2023. Será su obsesión y lo que la industria intentará venderles como sea. Por ejemplo, en retail tendrán que posicionar más y mejor este tipo de productos, pero también será una ventana de oportunidad para el ecommerce
