Por Redacción - 14 Diciembre 2020
Nancy, la muñeca icónica de Famosa, ha vivido muchos de esos momentos de vida habituales para las niñas y los niños españoles. Durante décadas (y aún se puede encontrar en tiendas en ediciones que mantienen la esencia retro de sus primeros modelos), hacía por ejemplo la Primera Comunión y era un regalo recurrente para dar a las niñas en esa fecha.
Es posible que la Nancy Comunión no sea tan popular ahora, en una sociedad mucho más laica, que lo que lo era todavía a principios de los 90. Sin embargo, eso no quita que sus fabricantes no sigan viviendo del momento para lanzar modelos de la muñeca. Hace unos años, tenían una Nancy Youtuber. Ahora, tienen una Nancy con mascarilla.
Los juguetes de este año se han convertido, como tantos otros productos, en un elemento marcado por la pandemia y que conecta con lo que está ocurriendo en estos momentos. Famosa ha lanzado una Nancy con mascarilla (y las madres compradoras con las que habló Reuters en una juguetería la reciben con bastante buen grado, Famosa reconoce que se vende muy bien desde que la lanzaron en septiembre).
No es el único juguete pandémico. Famosa ha lanzado una muñeca con test de coronavirus activado. A quien se la traigan los Reyes Magos solo tendrá que probar a ver qué le ocurre a su muñeca y sanarla, eso sí, con cosquillas. En Portugal, un fabricante sacó un juego antivirus. Son los elementos más visibles, pero no los únicos. El mercado está lleno de mascarillas infantiles, juegos de cartas temáticos y otros elementos jugueteros vinculados a la pandemia.
Los fabricantes de juguetes portugueses y españoles han sacado una serie de juguetes vinculados al coronavirus, juguetes que tienen todo para convertirse en uno de esos elementos virales para las compras de estas Navidades. La muñeca de Famosa que da positivo por el coronavirus es, de hecho, una de las compras estrella de estas fiestas. Las cartas Virus, con dos ediciones, ya llevan siendo populares, como me explicaba una consumidora, tía de dos niños de menos 9 años, desde hace meses, cuando las miraba con sorpresa en una tienda de juguetes.
Giant Microbes, la compañía que lleva años haciendo peluches entrañables de virus y bacterias, ya ha lanzado su propio peluche cuqui de la covid-19. Una parte de los ingresos que genera, prometen en su web, va a parar a causas médicas.
Por supuesto, los juguetes coronavirus no son los únicos juguetes de moda de estas Navidades. Las previsiones de Amazon España en noviembre que adelantaban cuáles serían los 100 juguetes que arrasarían en la Navidad hablaban de los coleccionables SuperThings, los personajes de la serie de Star Wars, The Mandalorian, y los juegos de mesa como los grandes triunfadores de la temporada.
Los SuperThings repetían por tercer año consecutivo, como elemento popular entre los más pequeños, entrando con fuerza The Mandalorian y todo el merchandising de Grogu (el hasta ahora conocido en las redes como Baby Yoda) como "los juguetes revelación del año".
Aun así, en la lista de juguetes y tendencias de ventas que adelantaba Amazon, también se podía encontrar el impacto de la crisis. Amazon ya metía, entre los juegos de mesa que más se venderían en Navidad, al juego Virus. Pero incluso el tirón de los juegos de mesa puede verse como un elemento remanente de la crisis: durante el confinamiento, los consumidores redescubrieron con pasión los juegos de mesa y los clásicos de toda la vida.
Al final, todos estos juguetes están conectados con las tendencias de comportamiento que arrastramos desde los últimos meses, pero también con una vuelta a la normalidad o al menos a querer normalizar la vida con el coronavirus. Esto es, los niños deben acostumbrarse a muchas de las cosas que el coronavirus no ha obligado a hacer y los juguetes son una extensión más de ello.
Si no se tienen niños y se ha pasado mucho tiempo sin ir a una tienda de juguetes, entrar en una cualquiera este año llevará a la sorpresa. En alguna esquina habrá una especie de avalancha de juguetes escatológicos. En un Juguettos había un juego de explotar espinillas, al lado de uno de alimentar cucarachas, otro de seguir un moco, otro de problemas en el baño (para jugar con atascos en el WC) y otro de un unicornio que vomita (al menos con brilli brilli y colorines). En la parte superior de la estantería se posicionaba uno llamado "Atrapa la caca".
La tendencia no está limitada al mercado español y es, o todo apunta a ello, una tendencia global. De hecho, FastCompany ha intentado desvelar por qué "los juegos de caca" son los grandes triunfadores de la campaña de Navidad de este año, lo que todos los niños piden a Santa. El por qué es también un elemento clave que ayuda a comprender a los consumidores y cómo cambiamos como sociedad.
Los juguetes que van al baño no son una novedad. A principios de los 90, por ejemplo, triunfaba un Nenuco que bebía y hacía pompitas, pero también usaba una bacinilla después de beber agua en un biberón rosa. Pero lo que ocurre ahora es que su popularidad ha crecido y que también los juguetes se han hecho más diversos.
No son muñecas para jugar "a las mamás" (y de las que podríamos abrir todo un melón en cuestiones de género y estereotipos), sino juguetes relacionados con la caca de un modo mucho más amplio y más transversal. Los diseñadores de juguetes han hecho de todo. Uno de los triunfadores en Estados Unidos es, por ejemplo, un flamenco con un WC.
Los juguetes escatológicos funcionan porque a los niños les encantan (tanto el juguete que defeca como objeto, como el hacer chistes escatológicos) pero también porque hemos cambiado como sociedad. "Nos hemos dado cuenta de que se ha producido un cambio cultural en cuán confortable está la gente con el concepto", señala el jefe de desarrollo de producto de Hasbro, Dean Carley, al medio estadounidense. El tema ha dejado de ser tabú y los juguetes son, simplemente, divertidos.