Por Redacción - 24 Marzo 2021
Los consumidores están mostrando cambios radicales en sus costumbres: compras éticas, con mayor control a las marcas y con una visión social y global. Según los datos de Gelt
Es una clara tendencia que la pandemia de coronavirus ha acelerado notablemente: los usuarios no quieren ser meros compradores sino agentes de cambio capaces de influir en el comportamiento de las empresas hacia posturas más éticas y respetuosas.
En ese sentido, desde Gelt, han analizado este fenómeno, que tiene como principales impulsores a los millennials (personas entre 25 y 39 años). Según los datos analizados, esta es la forma en que la concienciación social está afectando al sector del gran consumo:
La Covid-19 ha colocado a las marcas en el punto de mira de los consumidores y ha elevado las expectativas sobre lo que éstos esperan de las empresas en diversos ámbitos. La forma de actuar de las compañías con respecto a sus empleados, al medio ambiente y a la sociedad, en general, irrumpe como elemento clave en la decisión de compra:
Y, ¿cuáles son, en concreto, las acciones que más valoran los ciudadanos de las marcas? Entre otras, destacan:
Una consecuencia de la creciente concienciación social ha sido el empoderamiento de los ciudadanos, que están pasando de ser meros clientes a convertirse en auténticos agentes del cambio. Según los datos de Gelt:
Y no solo eso, sino que cada vez más, ejercen esa capacidad:
Este proceso que hace elegir a los consumidores teniendo en cuenta la estrategia de las empresas y cuestiones como la logística, el transporte o los procesos químicos necesarios para la elaboración y venta de los productos, se traduce en tres tendencias muy claras:
¿Quiénes lideran esta tendencia?
Los ciudadanos más activos en esta creciente forma de consumir son, 44% millennials (25/39 años); aunque la generación X (40/54) también es muy activa: 34%; Mujeres, un 57%; Familias (35%) y parejas (35%).
Carlos Prieto, CEO y cofundador de de la compañía explica sobre estos resultados que: "estamos ante un cambio absoluto en los tradicionales paradigmas de compra. Los consumidores que antes eran meros transmisores de los mensajes de las marcas, sin cuestionárselos, ahora quieren hacer valer su voz y su capacidad para influir en la sociedad y lo hacen a partir de unos valores mucho más cercanos a la ética. Es un cambio impulsado por la generación de los Millenial, consumidores de entre 25 y 39 años, pero que apoyan las familias, los ciudadanos de hasta 50 y que se va a multiplicar. Las marcas deberán tomar buena cuenta de ello como una oportunidad pero, ojo, que también los ciudadanos descontentos son conscientes del poder de acciones más duras que no comprar, como el boicot".