Por Redacción - 22 Junio 2021
Cuando empezó la crisis del coronavirus, se vio también muy rápido que los millennials iban a ser uno de sus grandes daños colaterales. Los millennials había sido los grandes perjudicados de la crisis generada por la llamada Gran Recesión, hace una década. Esa crisis estalló justo cuando estaban entrando en el mercado laboral y los condenó a un nivel de precariedad que nadie se esperaba.
Las cosas estaban empezando a recuperarse para ellos hacia 2019 y, además, estaban entrando ya en una fase de edad diferente. Aunque hay quienes siguen pensando en adolescentes cuando se habla de los millennials, la generación ya está lejos de esa edad. Los nacidos a principios de los 80 son millennials y están ya rondando - si no los han cumplido ya - los 40.
El estallido de la crisis del coronavirus no les afectó directamente en términos de salud, pero sí lo ha hecho de un modo económico. Los ha mandado de vuelta a la casilla de salida, en un momento en el que ya estaban muy cansados de luchar contra las circunstancias.
La pandemia no solo ha afectado a los millennials. El golpe para los baby boomers, la generación que se ha visto más afectada por la esencia de la crisis sanitaria en sí, ha sido incuestionable. Para la Generación Z, los que ahora sí son adolescentes, también ha sido un lastre, que ha limitado qué pueden hacer en un momento clave de su trayectoria vital y que ha generado además un cierto sentimiento anti-joven.
En todo esto, eso sí, hay una generación que ha pasado un tanto de puntillas. Nadie ha hablado de la Generación X, la que está entre los millennials y los baby boomers. Ellos han sido, como publica ahora Digiday, las víctimas silenciosas, aunque las marcas no deberían olvidarlo y deberían tenerlo muy presente a la hora de hacer su estrategia.
Aunque ya están vacunados en muchos países y viviendo ya una cierta vuelta a la normalidad, los X (adultos de entre 41 y 56 años) están arrastrando el efecto negativo de la pandemia. Un estudio de la American Psychological Association señala que el 33% de los X reconoce que su salud mental ha empeorado durante estos meses y un 58% que ha fluctuado de peso. Es como, en cierto modo, una prueba empírica de que esto también les ha afectado a un nivel profundo.
Un estudio de la Ohio State University, de hecho, ha concluido que es la generación que muestra la peor salud física, las mayores tasas de depresión y ansiedad y la que tiene de forma habitual más comportamientos insanos, comparándola con las generaciones anteriores.
Además, y a eso, se suma el que se sienten un tanto irrelevantes. Como señala Digiday, la Generación X ha ido siendo infravalorada en términos culturales. Las generaciones de las que todo el mundo habla son otras. "Hemos tenido muy mala suerte", dice una autora especializada en este grupo demográfico (esa es también, se podría decir, la queja de las otras generaciones).
Sus crisis de la mediana edad han coincidido con la crisis de la pandemia, convirtiéndose en una crisis muchísimo más profunda. Los X ya no están manteniendo la fachada, como explican en el medio británico, sino que han asumido que tienen demasiado en su plato. Si algo colapsa, que lo haga. A eso hay que sumar que este grupo demográfico está mucho más preocupado que otros más jóvenes por contagiarse.
Todo ello es algo que las marcas no se pueden permitir. Las compañías no pueden olvidar a un nicho de mercado y no pueden hacer que se sienta dado de lado. Ya lo hicieron durante mucho tiempo con los jubilados y solo perdieron dinero y oportunidades de mercado por ello.