Por Redacción - 1 Junio 2022
La fidelidad a la marca es uno de los objetivos a lograr por los marketeros. Si los consumidores son fieles a tu marca y a tus productos, se garantiza un flujo de ventas recurrente y constante. Seguirán comprándote a ti, en lugar de hacerlo con tu competencia. Pero lograr esa fidelidad no es tan sencillo, como demuestra que una parte muy importante de la estrategia de marketing se oriente a trabajar justamente esas áreas. Los marketeros quieren enamorar a los consumidores, para así conseguir que la relación se afiance y lograr ser más resilientes a los cambios de mercado y a los problemas.
No es sencillo. El contexto actual, en el que la crisis generada por la subida de la inflación está cambiando por completo las cosas, es una muestra perfecta de cómo los marketeros deben siempre navegar por aguas tormentosas. Cambiar de marca no parece tan lejano cuando las cosas no son exactamente como querías – o esperabas – que fuesen a ser.
Pero ¿por qué cambian los consumidores de marca y por qué no son fieles a las que los marketeros les han presentado? La crisis económica ayuda a entenderlo, pero las razones habituales para la infidelidad a las marcas son bastante variadas. Como apuntan en eMarketer, partiendo de los datos de un estudio global, al final todo se conecta con el valor. Los consumidores se van a aquellas marcas que sienten les ofrecen un mejor equilibrio en términos de valor por su gasto.
Dos tercios de los consumidores globales han pasado de una marca a favor de otra justo por esas razones, porque otra le ofrecían al final unas condiciones que les parecían más favorables.
De forma más concreta y exacta, una mejor oferta ha sido la razón del abandono de una marca por otra para el 66% de los encuestados. Tras ellos están quienes han cambiado porque otra marca ofrecía mejor calidad de producto (el 58%).
El tercer punto más popular para explicar las razones del cambio tiene mucho que ver con todo esto, pero también funciona como una cuestión paralela. Es decir, sigue estando vinculado a que los consumidores quieren recibir el mejor valor posible por sus compras, pero no es una cuestión de beneficio económico sino de experiencia. Un 48% de los encuestados apunta que si cambio de marca lo hizo porque la nueva ofrece un mejor servicio de atención al cliente.
La lista se completa con quienes cambiaron por disponibilidad del producto (46%), comodidad (44%), mejor variedad y selección de producto (40%), cambios en las necesidades o en las expectativas (34%) o mejor ajuste con los valores (27%).
Saber qué lleva a quienes cambian de marca a tomar esa decisión es importante, pero también lo es comprender cómo de habitual es este tipo de comportamientos. ¿Cambian los consumidores de forma habitual de marcas o por el contrario es algo que hace una minoría?
Las estadísticas dicen que es algo muy recurrente. Cambiar de marca lo hace casi todo el mundo. En el último año, según las cuentas que recoge eMarketer, el 71% de los consumidores cambió de marca como mínimo una vez.
