Todos sabemos que el equipo es el principal motor de la empresa y que es esencial que funcione de manera eficiente, pero ¿cómo lo conseguimos en el entorno de contenidos? El primer paso es ser conscientes de que puede ser un proceso frustrante que conlleva probar diferentes modelos, pero que es necesario para alcanzar el éxito. Te explicamos con más detalle a continuación.
"Juntos somos aún mejores”, ese debería ser el mantra de todos los integrantes del equipo para caminar hacia un modelo eficiente. Y es importante recalcarlo porque, aunque pueda parecer una obviedad, en el día a día laboral es muy fácil caer en el individualismo y empezar a trabajar en silos.
Es cierto que cada miembro debe tener un rol definido y unos objetivos a su cargo, pero también tener la capacidad de nutrir y nutrirse con los conocimientos de los demás, así como marcar ambiciones y objetivos comunes. De esta forma, podremos optimizar el trabajo desde un punto de vista multidisciplinar, aportando cada uno desde su expertise con un fin común.
En este sentido, es necesario ser generosos con el resto de los compañeros, pero también críticos. Contribuir a que, entre todos, consigamos ofrecer el mejor servicio a cada cliente, implica estar involucrado de forma activa, sin miedo a cuestionarnos y a cambiar, porque esas son las herramientas más poderosas que tenemos para mejorar.
Para recapitular lo que hemos hablado hasta ahora, os dejamos un breve listado con las primeras claves para formar un equipo exitoso:
Con los puntos anteriores como base, el segundo paso es centrarnos en los roles que necesitamos en un equipo de contenidos eficaz.
En este aspecto es importante tener en cuenta que, si no es posible contar con todos los roles internamente, esto no debe ser un freno, porque podemos colaborar con equipos externos que nos ofrezcan los perfiles que necesitamos, así como frescura y conocimiento.
Una vez tenemos al equipo que necesitamos para trabajar, debemos centrarnos en aquellos puntos que nos hacen ser eficientes.
En primer lugar, es fundamental contar con procesos colaborativos que nos permitan trabajar de forma abierta, propiciando que los diferentes roles participen siempre que sea necesario.
También es necesario ser flexibles y adaptables, ya que los roles, aunque estén definidos, pueden cambiar con el tiempo. De hecho, es posible y muy recomendable que los profesionales del equipo continúen formándose paralelamente al desarrollo de su trabajo, lo que les puede permitir cambiar de posición y crecer dentro de la empresa. Otra posibilidad es que las necesidades del cliente cambien y el equipo se adapte, dentro de sus posibilidades, a esos cambios.
En toda esta búsqueda de la eficiencia no debemos perder de vista la realidad, es decir, tener expectativas y metas alcanzables para el equipo. De lo contrario, pueden generarse situaciones de frustración.
Por último, para conseguir que el trabajo que desempeña el equipo sea realmente eficaz, el siguiente proceso es fundamental:
Estamos en constante aprendizaje y siempre se puede seguir mejorando, por lo que, no podemos dejar de medir en ningún momento la eficacia de los contenidos que hacemos. Esto nos permitirá comprobar qué es lo que funciona bien, pero, sobre todo, nos ayudará a detectar aquello que no funciona y esto nos llevará a aprender y a cambiar.
