Por Redacción - 30 Septiembre 2020
El marketing de contenidos se ha asentado en la estrategia de marketing como una apuesta segura por múltiples razones.
Para los marketeros, les ha dado una herramienta para seguir siendo relevantes y para ofrecer elementos de valor añadido a sus potenciales consumidores. Para estos últimos, la experiencia que genera el marketing de contenidos es muy superior a la que logra la publicidad y el marketing tradicional. Por tanto, los resultados que se consiguen con el marketing de contenidos suelen ser superiores a los que se logran con otros formatos y herramientas de marketing.
La crisis de los últimos meses ha dinamitado las bases de la estrategia de marketing de contenidos, como lo ha hecho con todos los elementos de marketing y publicidad. El impacto del coronavirus ha llevado a los marketeros a replantearse qué deben hacer y cómo deben hacerlo, ajustando sus acciones para que fluyan con el contexto.
En los contenidos se ha producido una situación complicada. Como ha sido la tónica en la estrategia de marketing y publicidad, los marketeros han pausado cosas, reorganizado otras y cancelado la inversión en algunos elementos. Cada compañía ha reposicionado qué hace y cómo y ha tomado decisiones partiendo desde el estado de su mercado a la situación económica en la que se encontraban.
Al mismo tiempo, sin embargo, el consumo de contenidos generalizado en internet de los ciudadanos se ha disparado. En lo que va de 2020, las horas de consumo de contenidos en la red se han duplicado, ya que los ciudadanos reconoce que pasa más tiempo con sus televisiones conectadas, en YouTube o accediendo a contenidos en redes sociales. Por tanto, el contexto es más propicio que nunca al marketing de contenidos en la red, ya que las audiencias ya están en ese escenario. Los contenidos de las marcas tienen una potencial audiencia más elevada.
¿Supone esto que la estrategia de marketing de contenidos se está revitalizando? ¿Incentiva eso la inversión en contenidos de marcas y empresas?
Durante estos meses, el marketing de contenidos se ha resentido en términos de inversión y estrategia. No fue una excepción a la tendencia general de reducir la inversión en marketing y publicidad. Sin embargo, para la recta final de año y para el nuevo año que viene, las cosas pueden cambiar y los analistas ya apuntan que 2021 se podría convertir en un año fuerte y sólido para el marketing de contenidos.
Como explican desde PQ Media, tras la crisis económica de hace una década y la recesión brutal que generó, el marketing de contenidos emergió como "un componente vital". Se estableció en firme en la estrategia omnicanal y se posicionó como una de las herramientas clave en marketing.
Los marketeros, señalan desde la consultora, estaban apostando más y más por los contenidos como solución al escaso interés que los mensajes de marketing despertaban en las audiencias y por los buenos resultados que generaban entre los consumidores más jóvenes.
Las cosas no van a cambiar. Esta crisis también dará un empujón al marketing de contenidos y también asentará de un modo más sólido su posición en la estrategia general de marketing. Las previsiones apuntan que, aunque crecerá menos de lo que lo hacía previamente (los datos del estudio, sobre una muestra estadounidense, señalan que en 2020 cerrará con un crecimiento del 7%, frente al 13% de 2019), continuará haciéndolo.
Además, el marketing de contenidos B2B subirá mucho más rápido que el gasto en marketing de contenidos B2C. Las marcas de empresa acelerarán su inversión por encima de lo que lo está haciendo las de consumo.
Los marketeros se centrarán, por otra parte, en los contenidos digitales, que crecen por encima de los tradicionales. Se gastará más en marketing de contenidos móvil, en el destinado a social media o en el que usa herramientas como juegos.