La respuesta es muy sencilla, como a ti te funcione. Siempre me gusta incidir en este punto antes de entrar en materia, el email marketing no es una
ciencia exacta y son muchos y muy variados los perfiles y posicionamientos tanto de las ofertas como de los targets objetivos. Por tanto, siempre que
sea posible, la mejor forma de evaluar que acciones, diseños, ofertas, etc, son más eficaces será la prueba, comparación y análisis de los resultados
en cada caso en concreto. No obstante, si podemos partir de unas directrices básicas y consejos para elaborar un diseño de newsletter que comunique
bien el mensaje y oferta y logre maximizar los resultados que buscamos con su envío. Indicar que no hablamos de parámetros técnicos (estos ya los vimos
en artículos anteriores) sino de comunicación e información, es decir consejos para que los suscriptores capten correctamente el mensaje u oferta que
queremos transmitir:
- Los Remitentes y asuntos deben incitar al suscriptor a abrir el correo electrónico siendo concisos, claros y de rápida comprensión.
- Debemos centrarnos en uno o como máximo dos mensajes comerciales impactantes. No se trata de mostrar el catálogo entero ni de un listado de ofertas
del trimestre.
- El mensaje principal debe ir bien visible al inicio de la newsletter, ser conciso e ir al grano. No hay que meter información innecesaria ni texto
excesivo. Si debemos meter texto descriptivo se recomienda usar párrafos cortos y separados.
- La información debe ir siempre en el texto ya que las imágenes pueden ser bloqueadas para su apertura.
- Los elementos de estilo usados para resaltar aspectos deben ser relevantes. Por ejemplo la negrita debe usarse realmente si destaca un punto a
tener en cuenta. Si la usamos a gogo pierde su sentido.
- No debemos usar imágenes muy grandes ni numerosas, sobre todo en la parte superior del diseño para asegurarnos de que si no se abren por lo menos
se vea el texto descriptivo de la oferta.
- No hay que incluir imágenes alegóricas o decorativas, si no aportan nada es mejor no incluirlas.
- Los nombre de los archivos de imágenes deben ser descriptivos de la oferta y debemos incluir el atributo ALT ?? ya que aparecerán cuando no se
muestren las imágenes.
- Las ventajas competitivas y beneficios de la oferta deben resaltarse también, pero no tienen que ser muy numerosas. Debemos priorizar realmente las
que nos aportan una diferenciación frente a la competencia y sobre todo las que implican un valor añadido directo y personalizado para el suscriptor.
- Si tenemos elementos de acción/actuación deben ser claramente identificables y fomentar su uso con llamadas a su urgencia o caducidad. Es
recomendable poner las llamadas a la acción en texto por si no se cargan las imágenes.
- El objetivo es ser identificado rápidamente por el suscriptor, tanto en lo que respecta a la marca como a la oferta y una vez dentro del mensaje
que encuentre fácilmente la llamada a la acción que nos interesa, por tanto no está de más cuando tengamos el diseño definitivo pararnos a revisar que
el mensaje y la marca se identifican cláramente en menos de 3 segundos y que la llamada a la acción dentro del mensaje es fácilmente localizable y se
entiende.
CONCLUSIÓN Estas son unas pequeñas directrices básicas para intentar mejorar los resultados de una newsletter pero vuelvo a lo indicado al principio
del artículo, siempre hay que tener en cuenta que puede que nuestro caso sea la excepción que confirma la regla y por tanto no debemos cerrarnos en
banda a probar y analizar variantes en cualquier aspecto (mejor de uno en uno para poder identificar a que variación corresponden la mejoras o
deficiencias). No olvidemos tampoco sacar provecho de nuestro know-how anterior en otros medios y acciones. Es probable que algunos de los elementos
que funcionaron bien en otras promociones puedan ser aplicables con las adaptaciones necesarias a nuestras newsletters.