Por Redacción - 22 Mayo 2013
A pesar de todas las predicciones fatalistas sobre el correo electrónico, las cifras suministradas por Radicati Group muestran un volumen creciente, tanto en el número de cuentas abiertas como en el volumen de actividad. En 2012 se contabilizaban 3,3 millardos de cuentas, y para 2016 la cifra se espera que llegue a alcanzar los 4,3 millardos en todo el mundo, con un crecimiento anual del 6% durante los próximos cuatro años.
Cerca de la mitad de los usuarios actuales se encuentran en la región de Asia-Pacífico. Europa representa el 22% de todos los usuarios, Norteamérica el 14%, y el restante 14% proviene del resto de las regiones.
Dentro de este enorme volumen, las cuentas corporativas representaron en 2012 un 25% del total, cifra que crecerá hasta alcanzar el 27% en 2016. En cuanto al tráfico generado, la mayoría proviene del sector empresarial. En 2012, el número de correos electrónicos empresariales enviados o recibidos diariamente alcanzó la cifra de 89 millardos, cifra que crecerá un 13% anual durante los próximos 4 años, hasta conseguir llegar a los 143 millardos de mensajes diarios en 2016.
Y no sólo crece el tráfico y el número de cuentas, además se está produciendo un cambio en cómo se accede a esos correos. Cada día más, los consumidores acceden a sus cuentas de correo utilizando dispositivos móviles, creciendo a doble ritmo que a través de los dispositivos de sobremesa. Desde agosto de 2012, el acceso al correo a través de tabletas o smartphones ha crecido un 114% y un 83% respectivamente, frente al 40% de crecimiento en pc, según datos de SendGrid.
Según datos de Radicati, el número de usuarios de correo electrónico móvil alcanzó los 730 millones de personas en todo el mundo, lo que representa ya un 34% del total mundial de usuarios.
Pero a pesar de este hecho de que cada vez haya un mayor número de usuarios con acceso móvil, la consultora eConsultancy encontró el año pasado que el 39% de las empresas no cuentan todavía con una estrategia clara para el correo móvil. Todavía siguen enviando a los dispositivos móviles unos correos optimizados para los pc y no para smartphones, lo que lleva a los usuarios a disfrutar de una experiencia no adecuada que, con muchas probabilidades, llevará a que el correo termine en la papelera antes de ser leído o tratado como spam.