Por Redacción - 27 Febrero 2014
Google da un paso más en contra del spam y en beneficio de la experiencia de los usuarios que a diario utilizan Gmail como servicio de correo electrónico.
El gigante de internet acaba de anunciar la implementación de una funcionalidad que puede suponer un cambio trascendental en el e-mailing no deseado. Se trata de la opción que posibilita al usuario darse de baja de la base de datos del emisor, directamente desde un nuevo botón.
Uno de los elementos básicos que ha de incluir cualquier envío de e-mail marketing es la posibilidad de desuscribirse de la lista de correo del remitente. Una opción que no siempre está bien visible, o ni siquiera permite dar de baja inmediatamente. Desde ahora, todos los usuarios de Gmail podrán dejar de recibir más mensajes de cualquier cuenta de correo comercial.
Se trata de un avance en la lucha contra el spam del que Google siempre ha sido un abanderado. Hasta ahora, los usuarios de su servicio de correo podían reportar como spam aquellos mensajes que consideraban como correo no deseado. Un dato que servía a la gran G para valorar la calidad del remitente, pero no para evitar volver a recibir estos mensajes.
Desde ahora, además de marcar el mail como spam, Gmail permite también el proceso de bloqueo de la recepción y cancelación de la suscripción de forma inmediata, del mismo modo que sucedería pinchando en el enlace que toda acción de e-mail marketing debe incluir.
Sin duda se trata de un avance del cual los usuarios son los principales beneficiados, aunque probablemente los marketers no piensen lo mismo. Desde que en junio Gmail habilitara pestañas para clasificar el contenido de los mensajes, conseguir impactar al usuario en su bandeja de entrada ya no es lo mismo. Con este nuevo orden, todos los mails considerados como comerciales se clasificaban automáticamente en una sección distinta a la principal, limitando con ello las posibilidades de que el usuario lo viera. Con esta nueva implementación, los usuarios tienen bien visible la posibilidad de evitar para siempre los futuros mensajes de un destinatario concreto. Todo, según Google, para mejorar la experiencia de usuario y poner barreras a la invasión de su bandeja de entrada