Por Redacción - 12 Junio 2014
Imagina por un momento que el correo electrónico hubiese desaparecido de tu vida. Posiblemente la primera reacción sería la de una inmensa alegría. Adiós a los mails de promoción de las compañías de cuponing a los que nunca te acuerdas de darte de baja. Adiós a los 5.808 (una cifra real que seguramente crezca mientras se escribe este artículo) mails que permanecen sin leer en la bandeja de entrada. Y adiós también a los mails que olvidaste responder y para los que ya ha pasado demasiado tiempo, tanto que se ha vuelto incómodo.
Después de este primer momento de alegría, llegará el bajón derivado de la realidad. Perder el correo electrónico no es el primer paso para entrar en el paraíso sino más bien el primero para sumirse en el caos.
A nivel personal, el email sigue siendo empleado para comunicarse con los principales contactos personales, ya que garantiza una privacidad que las redes sociales no siempre pueden ofrecer y sobre todo permiten escribir mensajes mucho más largos y completos. Incluso aquellas herramientas que permiten una comunicación personal privada en social media, como pueden ser los mensajes en Facebook, no son más que otra forma de enviar - en realidad - emails.
Los usuarios siguen, además, prefiriendo el mail para algunas de las comunicaciones que mantienen con las empresas. De hecho, el correo electrónico sigue siendo el canal favorito de los consumidores para recibir información de las marcas y el 50% de los clientes está de acuerdo con que las marcas le pidan su email para recibir así información publicitaria. La información llega de una forma directa, más personalizada (o al menos debería) que en el caso de los mensajes compartidos vía redes sociales y tiene un componente más permanente que lo que recibimos en social media.
El correo electrónico está esperando al lector, mientras que un tuit o una actualización de Facebook se pueden perder a sus ojos si no las "pilla" en el momento. Por ello, los consumidores se refugian en ellos para saber lo que las empresas quieren realmente decirles. El 70% de los consumidores sigue prestando atención a los emails de las marcas, ya que esperan que sea el canal por el que les comunican ofertas o cupones.
Resistencia email marketing
Por eso, el mail - y el email marketing - no ha desaparecido, ni lo hará en un futuro próximo, en las estrategias de marketing de las empresas. Y es que mientras un 79% de los consumidores siga mirando a diario su bandeja de entrada (datos de Estados Unidos), la publicidad por correo electrónico seguirá teniendo sentido.
Más allá de eso, son varias las razones por las que el email marketing sigue importando en las estrategias corporativas. La primera - y la que más peso tiene cuando se hacen cuentas - es su retorno. De todas las técnicas publicitarias, sigue siendo la que reporta un mayor ROI. Además, consigue los mejores resultados en conversión. Las empresas atribuyen un porcentaje importante de las ventas a sus campañas vía correo electrónico, lo que supera a muchas de las diferentes acciones publicitarias en internet.
La no muerte del correo corporativo
Aunque muchos agoreros llevan anunciando la muerte del mail desde hace años, el correo electrónico no solo sigue estando ahí sino que continúa siendo una herramienta básica en cualquier organización empresarial. Los trabajadores, en cualquier corporación, se comunican por email, a pesar de las acusaciones de que acaba con la productividad y ralentiza el trabajo. Esto tiene, por supuesto, una explicación. El mail garantiza la pervivencia del mensaje (ahí va a estar para cualquier cosa), permite enviar mensajes complejos (y leerlos con calma) y hace más sencilla la comunicación en grupo de lo que lo pueden hacer otras soluciones, como los chats o las redes sociales.
Además, el correo corporativo, frente a lo que puede suceder con los perfiles sociales, permite mantener un cierto control sobre la exposición de la marca. Es decir, el trabajador se identifica como empleado de una empresa concreta y deja claro desde el momento en el que envía el mail que está escribiendo como tal, algo que no sucede con los perfiles sociales, donde lo personal acaba mezclándose con lo profesional.
El e-mail marketing continúa siendo una de las estrategias de marketing más rentable para las empresas
El email marketing continúa siendo la técnica de marketing más rentable. El emailing no solo se ha mantenido con el paso de los años, sino que ha sido capaz de evolucionar y ganar en calidad y eficacia con el paso de los años.
Según recoge el último estudio de Adestra, la cuenta de resultados registrados a través de las acciones de e-mail marketing ha aumentado un 28% en el último año, lo que le posiciona como el canal que mayor retorno de la inversión registra.
Además, cabe destacar que las acciones de mailing segmentadas y personalizadas registran hasta 6 veces más conversiones. Únicamente el hecho de personalizar el asunto del mensaje ya se tradujo en el incremento de un 26% en la tasa de aperturas. Una respuesta especialmente en el caso del sector travel, que consiguió aumentar un 65% dicho objetivo.
Una efectividad que se traduce en ventas
Adestra revelaba en uno de sus informes, como de media, las empresas atribuyen el 23% de sus ventas totales a sus acciones de e-mail marketing; un 5% más que el año anterior, lo que implica un aumento proporcional del 28% en apenas un año. Incluso el 24% de estas empresas atribuye al menos el 30% de sus ventas directamente a su estrategia de e-mailing, un 6% más que hace 2 años (18%).
Ante estos positivos resultados, es curioso comprobar que las empresas dedican solamente el 16% de su presupuesto al e-mail marketing. Lo que nos lleva a pensar que, si las empresas destinaran más recursos en este área, conseguirían obtener mejores resultados.