Por Redacción - 7 Marzo 2016
El email marketing es uno de los canales más empleados por las empresas, tanto grandes como pequeñas, y, de hecho, a pesar del auge de herramientas más novedosas como el móvil o los social media, es también el gran protagonista de los presupuestos 2016: la partida en la que más se incrementó la inversión.
El potencial del email marketing es muy claro, ya que se trata de una vía de contacto directa con el usuario, y ahora que prácticamente todo el mundo recibe una notificación en el móvil cuando le llega un nuevo correo, una forma eficaz de conseguir atención inmediata.
Sin embargo, esa atención inmediata no siempre es tal, y en algunas ocasiones los emails se borran directamente antes de ser leídos y de poder saber, por lo tanto, si la información que contenían era o no relevante. En concreto, de media se eliminan 1 de cada 10 emails de las marcas sin ser abiertos, aunque la incidencia de este problema varía en función del sector de negocio, según datos de un nuevo informe de Return Path, reseñado por Marketing Charts.
Así en industrias como las de la manufactura y las redes sociales y para ligar, solo el 5% de los emails se borran sin ser leídos, mientras que los mails promocionales sobre material de oficina, tienen un ratio de supresión del 14%. También es especialmente alto en los sectores relacionados con las mascotas, la floristería y los artículos de regalo.
En todo caso, esta alta incidencia del borrado automático supone un claro desafío para las empresas, ya que por muy pertinentes y personalizados que sean los mensajes que envían, de nada sirve si el email no se llega a abrir. Es también el resultado de cierto abuso por parte de las marcas, que utilizan este canal como una vía para distribuir spam, y ya otro informe de Ricoh Europa había mostrado que la avalancha de emails a la que las compañías exponen a los usuarios hace que estos muchas veces se vean incapaces de cribar y acaben por no acceder incluso a aquellos emails que son realmente importantes para ellos.
El 21% de los mensajes promocionales no llegan nunca a la bandeja del consumidor
Los emails que se suprimen directamente al ser recibidos, antes de leerlos, no son el único reto al que se enfrentan las empresas. A eso hay que sumarle el 21% de emails que jamás llegan a la bandeja de entrada del consumidor (y que provocarían, junto al problema antes enunciado, que solo 7 de cada 10 emails enviados se llegasen a abrir).
Según datos de un estudio anterior de Return Path, el 79% de los emails comerciales que se envían no llegan a destino (y ya no tienen la posibilidad de ser abiertos, leídos ni clicados), es decir, que en lugar de acabar en la bandeja de entrada de los usuarios, terminan en spam o se pierden por el camino -bloqueados por el proveedor de correo-.
Las cifras son aún peores en nuestro país, donde el 24% de los correos de las marcas nunca llegan al buzón de entrada. Aún así, a nivel global, los resultados han empeorado en los últimos dos años y cada vez resulta más complicado para las marcas llegar a destino. Hay diversas causas que explican esto, pero es importante tener en cuenta que las campañas de email marketing con un ratio de apertura muy bajo influyen en el filtrado de los proveedores de correo, al igual que las quejas de spam de los consumidores o enviar emails a cuentas inactivas. Es decir, las marcas que cometen este tipo de errores, son mucho más proclives a ser bloqueadas por los proveedores de correo.
Contar con una lista de suscriptores actualizada, analizar la recepción de los mensajes para no saturar a aquellos que nunca los leen o apostar por mensajes pertinentes y personalizados, se vuelve imprescindible no solo para conseguir que se clique en un email promocional, también para lograr que se abra e incluso que llegue a destino.