
La Entregabilidad, ¿de verdad impacta en el perfomance de mis campañas de correo electrónico?
Los últimos 12 meses han sido increíblemente ajetreados para todos nosotros, los responsables de gestionar las campañas de correo electrónico de nuestras empresas.
El nuevo reglamento de protección de datos entró en vigor el 25 de mayo, requiriendo una revisión exhaustiva de nuestras prácticas de envío y causando que muchos de nosotros viésemos salir, no sin un punto de tristeza, una parte significativa de nuestras listas de suscriptores.
Tanto Gmail, como otros ISPs han empezado a facilitar a sus usuarios, aún más, la cancelación de la suscripción en las listas de correo electrónico, lo que lleva a más reducciones en el número de suscriptores. Yahoo! Y AOL consolidaron su infraestructura bajo el paraguas de Verizon, que en un momento pareció que se llamaría Oath, pero por ahora sigue llamándose igual (¿o no?). Y, por último, Gmail anunció una nueva plataforma abierta con soporte nativo de AMP para correo electrónico y mejoras significativas en el Tab de Promociones, haciendo que los emails puedan ser más dinámicos e interactivos (¿en toda nuestra base de suscriptores?).
Ante toda esta avalancha de cambios, mejoras, revoluciones, cada vez más me enfrento a la misma pregunta: ¿es la entregabilidad, entendida como la capacidad de llegar de manera sistemática y recurrente al inbox de mis suscriptores, todavía un problema para mi compañía? ¿No se supone que con cumplir todas las obligaciones de una norma tan restrictiva como GDPR, los ISPs estarán satisfechos y entregarán todos mis mensajes en inbox? ¿cuál es realmente la probabilidad de que un mensaje opted-in acabe por no llegar nunca a su destino?
--- Regístrate o accede como usuario para disfrutar del acceso ilimitado a todos nuestros contenidos ---

